Decenas de miles de partidarios de la oposición bielorrusa protestaron en Minsk el domingo en la llamada “Marcha por la Libertad” contra la controvertida reelección del presidente Alexandre Lukashenko.
"¡Vete!", gritaron los manifestantes al referirse al presidente, marchando por la avenida Independencia, en el centro de Minsk, en lo que parecía la manifestación más grande en una semana de protestas.
Muchos manifestantes levantaban señales de victoria y sostuvieron flores y globos. Otros vestían de blanco, el color que ha llegado a simbolizar el movimiento opositor. También había un grupo de veteranos paracaidistas en uniforme.
Los manifestantes caminaban por las calles de la ciudad llevando una bandera de 100 metros, roja y blanca, que se utiliza para representar a la oposición al régimen. “Viva Bielorrusia”, coreaban, mientras conductores sonaban las bocinas de sus automóviles en señal de apoyo.
Mientras tanto, poco antes, Lukashenko, de 65 años y en el poder desde 1994, llamó el domingo a defender la independencia del país, ante una multitud de partidarios también en Minsk. Segun afirmó ”ni muerto” permitirá la entrega del país, en el primer mitin en su apoyo desde el estallido de la ola de protestas populares que sacuden el país desde hace ocho días.
“Hemos construido un bello país, con sus dificultades y desperfectos. ¿A quién quieren entregarlo? Si alguien quiere entregar el país, ni muerto lo permitiré”, dijo Lukashenko, citado por la agencia Belta bielorrusa, desde la tribuna instalada en la plaza de la Independencia.
Medios opositores indicaron que muchos de los asistentes al mitin oficialista fueron trasladados a Minsk en autobuses contratados por las autoridades. “Queridos amigos, los he llamado no para que me defiendan, aunque también. Han venido para que por primera vez en un cuarto de siglo defendamos nuestro país, nuestras familias, nuestras esposas y hermanas, nuestros hijos”, dijo Lukashenko.
Lukashenko mantuvo una conversación telefónica sobre los acontecimientos con el presidente ruso Vladimir Putin, indicó la agencia estatal Belta. “Nos hemos entendido. En cuanto lo pidamos, una ayuda completa será suministrada (por Rusia) para garantizar la seguridad de Bielorrusia”, afirmó el dirigente bielorruso.
El Kremlin se dijo “confiado” en una solución rápida de los “problemas” en Bielorrusia, según un comunicado de la presidencia rusa tras la entrevista entre los dos líderes. El presidente bielorruso también se opuso a una posible mediación extranjera, una propuesta hecha el miércoles por Polonia y dos países bálticos.
(Con información de AFP y EFE/ Fotos: Reuters Y AFP)
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