Los bares de Inglaterra abren este sábado sus puertas después de tres meses de confinamiento, en lo que los medios británicos han descrito como el “Super Sábado”, un momento clave en la recuperación nacional ante el que tanto el primer ministro británico, Boris Johnson, como los expertos han pedido precaución absoluta.
Junto a los bares también abren las peluquerías, algunas de las cuales ya han abierto pasado el primer minuto de la medianoche para ir gestionando la avalancha de clientes.
El diario The Sun estima que los bares ingleses servirán, a lo largo del día de hoy, 15 millones de la tradicionales ‘pintas’, unos ocho millones y medio de litros de cerveza.
Se espera una asistencia tan abrumadora que la Policía ha avisado a los hospitales de que se preparen para una noche “parecida a la de Nochevieja”, según fuentes del diario The Guardian.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, pidió en este sentido a los clientes que se comporten de manera responsable y respeten las regulaciones de distanciamiento social.
“El éxito de estos negocios, el sustento de quienes confían en ellos y, en última instancia, la salud económica de todo el país depende de que cada uno de nosotros actúe de manera responsable”, explicó este pasado viernes.
Esta nueva regulación se aplica solo a Inglaterra. Las naciones delegadas de Reino Unido -Gales, Escocia e Irlanda del Norte- han establecido su propio calendario para aliviar las restricciones de bloqueo.
El Gobierno británico anunció el viernes la apertura de corredores aéreos con 59 países, entre los que se cuentan España, Italia, Francia y Grecia, que eximirán a los viajeros procedentes de esos Estados de cumplir una cuarentena de 14 días al llegar a Inglaterra.
Los pasajeros procedentes de Portugal, Suecia, Estados Unidos y China, entre otros países, continuarán teniendo que recluirse durante dos semanas a su llegada al Reino Unido para evitar la importación de casos de COVID-19.
Escocia, Gales e Irlanda del Norte se han desmarcado de la hoja de ruta del Gobierno central y deben decidir todavía si relajan las medidas que aplican a las personas que llegan a sus puertos y aeropuertos.
La desescalada en Inglaterra sigue adelante a pesar de que este viernes el Ministerio de Salud comunicó 137 muertos por COVID-19 en 24 horas en el conjunto del Reino Unido, hasta un total de 44.131 fallecidos desde que comenzó la pandemia, y la detección de 544 nuevos contagios.
(Con información de Europa Press y EFE)
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