Los primeros astronautas que viajarán al espacio enviados por la empresa SpaceX están abriendo nuevos caminos para el estilo con trajes espaciales modernos, automóviles Tesla con puertas de alas de gaviota y una elegante nave espacial, todo eso de color blanco con adornos negros.
La coordinación de color es gracias a Elon Musk, la fuerza impulsora detrás de SpaceX y Tesla, y quien es gran fanático de lo ostentoso y la ciencia ficción.
A los astronautas de la NASA Doug Hurley y Bob Behnken les gusta el nuevo aspecto. Viajarán a cápsula de lanzamiento en el automóvil eléctrico Model X de Tesla.
“Es realmente genial y creo que el mayor testimonio de eso es mi hijo de 10 años diciéndome lo genial que soy ahora”, comentó Hurley a The Associated Press.
“SpaceX se ha destacado” con el aspecto de la cápsula, dijo. “Y han trabajado igual de duro para hacer que el interior, las pantallas y todo lo demás en el vehículo funcione a la perfección”.
Desde el 4 de julio de 2011, cuando se canceló el programa de transbordadores espaciales de los Estados Unidos, ningún astronauta había puesto sus pies en Cabo Cañaveral para prepararse antes de un despegue espacial, algo que cambiará el próximo 27 de mayo cuando “se marcará una nueva era en los vuelos espaciales”.
“Es un momento increíble para la NASA y para el programa espacial. Volver a despegar desde Florida en una semana desde hoy es algo increíble y nos sentimos honrados de poder participar en algo así”, dijo Hurley en una rueda de prensa a su llegada a Florida.
Durante todos estos años las misiones de la agencia despegaban desde las plataformas de lanzamiento de Rusia, pero ahora lo harán a bordo del transbordador espacial Crew Dragon de SpaceX.
“Es un vehículo increíble, desde el punto de vista tecnológico es una cápsula pionera y estamos emocionados de estar en una transbordador espacial real y no en un simulador”, añadió Hurley.
La NASA se propone desarrollar los vuelos espaciales comerciales junto a socios privados y para conseguirlo enviará a estos dos astronautas a la Estación Espacial Internacional.
Behken y Hurley serán los encargados de probar tanto el sistema de vuelo, transbordador y elementos de lanzamiento.
La verdadera prueba será el miércoles, cuando Hurley y Behnken se suban a una cápsula Dragon de SpaceX sobre un cohete Falcon 9 de la empresa y, si el equipo y el clima lo permiten, serán lanzados al espacio. Será el primer lanzamiento de astronautas en el Centro Espacial John F. Kennedy de la NASA desde el último vuelo del transbordador en 2011.
También será el primer intento de una compañía privada para enviar astronautas a órbita. Sólo gobiernos, de Rusia, Estados Unidos y China, lo han hecho.
El histórico lanzamiento merece verse bien, de acuerdo con SpaceX. Ya tiene un lindo anillo. Musk nombró su cohete como el “Millennium Falcon” (Halcón Milenario) de la saga “Star Wars”. El nombre de la cápsula proviene de “Puff the Magic Dragon”, el golpe de Musk a todos los que dudaron cuando comenzó SpaceX en 2002.
SpaceX diseñó y fabricó sus propios trajes, que son hechos a la medida. La seguridad viene primero. Pero el factor de asombro vino en segundo.
Tanto la NASA como Musk tienen en mente avanzar hacia la exploración espacial para volver a poner al ser humano en la Luna en 2024 y llegar a Marte en 2030.
Durante la próxima semana Behnken y Hurley continuarán con los preparativos del lanzamiento y la “estabilización sanitaria del vuelo” que ya iniciaron hace una semana en el Centro Espacial Johnson de Houston (Texas), desde donde viajaron este miércoles.
El administrador de la NASA, Jim Bridenstein, señaló el desafío que supone llevar a cabo este lanzamiento durante la pandemia del SARS-CoV-2, pero aseveró que la NASA ha trabajado en “otros momentos duros” como ocurrió en los años 60 durante la guerra de Vietnam.
Esta será la quinta ocasión en la historia del país en la que se enviará a astronautas nacionales al espacio con un vehículo completamente nuevo, tal como ocurrió misiones como Gemini, Mercury y Apollo.
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