La ciudad de Milán, en el epicentro de la pandemia de coronavirus que ha sacudido Italia, ha habilitado un cementerio para enterrar a decenas de personas víctimas de la enfermedad y que no han sido reclamadas por familiares o allegados.
Se trata del “Campo 87” del cementerio Maggiore de Milán, el más grande de esta urbe del norte de Italia, donde ya se ha enterrado a 61 personas cuyos restos no habían sido reclamados.
Una pequeña cruz blanca con el nombre del fallecido y la fecha de nacimiento y muerte marcan el lugar del enterramiento.
El Ayuntamiento da sepultura así a quienes no han sido reclamados por sus parientes, quizá porque vivan lejos o porque aún se encuentren aislados u hospitalizados por la pandemia, y que podrán recuperar los restos de su allegado en un futuro.
La concejala de Servicios Cívicos y Transformación Digital de Milán, Roberta Cocco, negó hoy que se trate de una “fosa común” como las vistas en lugares como Nueva York o Brasil, pues cada enterramiento es individual y está perfectamente identificado.
“Es una señal muy importante porque, en esta enorme tragedia, esas personas no tenían a nadie que pudiera ocuparse de ellas. Por eso, el Ayuntamiento les ha garantizado un espacio y una sepultura con una gran dignidad”, declaró Cocco a los medios.
El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, acudió recientemente al cementerio y aseguró que los difuntos no reclamados representan “la tragedia dentro de la tragedia”.
“Milán ha aguantado, pero ha pagado un precio altísimo, pues hemos perdido a muchos de nuestros hijos. En algunos casos ha sido aún más trágico porque algunos han muerto sin familia y sin nadie al lado”, reconoció el regidor en las redes sociales.
A su lado se encontraba el capellán del camposanto, fray Mauro, que bendijo el lugar.
Casi 13.000 personas han muerto por el virus en Lombardía, cuya capital es Milán, es decir más de la mitad de los 25.000 fallecidos en la península.
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