Imágenes del interior de una unidad de cuidados intensivos improvisada en España: los terrores diarios de los médicos

Un equipo periodístico ingresó a una improvisada UCI cerca de Barcelona para registrar el trabajo de los profesionales que allí están sumergidos sin descanso

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Un equipo médico asiste a un paciente en grave estado de COVID-19, en una improvisada Unidad de Cuidados Intensivos en Badalon, cerca de Barcelona (AP Photo/Felipe Dana)
Un equipo médico asiste a un paciente en grave estado de COVID-19, en una improvisada Unidad de Cuidados Intensivos en Badalon, cerca de Barcelona (AP Photo/Felipe Dana)

La tensión es palpable. No se habla a menos que sea necesario. Una orquesta de monitores médicos marca el ritmo con una serie interminable de pitidos suaves y distintivos.

Nunca ha habido tantas personas dentro de la biblioteca del hospital Germans Trias i Pujol en el noreste de España. Sin embargo, los trabajadores de salud con su equipo protector improvisado no están consultando libros médicos. En lugar de eso, atienden a pacientes en estado crítico que sufren de neumonía causada por el coronavirus.

Desde afuera, la improvisada unidad de cuidados intensivos en Badalona, cerca de Barcelona, no se parece en nada a una biblioteca. Los libreros se quitaron para hacerle espacio a hasta 20 camas de hospital, ventiladores mecánicos y una variedad de equipos médicos después de que la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) original y otras áreas del hospital se saturaron de pacientes con COVID-19.

Debido a la escasez de trajes protectores de cuerpo completo en España, los médicos aprovechan lo que encuentran, reutilizando mascarillas, cubriéndose las batas quirúrgicas con delantales de plástico y utilizando una enorme cantidad de guantes de látex.

Algunos pacientes en grave estado son puestos boca abajo para quitarle presión a sus pulmones en plena lucha contra el coronavirus en un hospital de Baladona, cerca de Barcelona (AP Photo/Felipe Dana)
Algunos pacientes en grave estado son puestos boca abajo para quitarle presión a sus pulmones en plena lucha contra el coronavirus en un hospital de Baladona, cerca de Barcelona (AP Photo/Felipe Dana)

Como si fueran buzos, aplican pequeñas cantidades de detergente a sus gafas de protección antes de poner un pie en la sofocante sala cargada del virus con la esperanza de mitigar el inevitable empaño en sus visores causado por su propia respiración. Trabajarán allí durante horas, pasando a toda prisa de paciente a paciente y sudando bajo todas las capas protectoras que traen puestas.

Un equipo de periodistas de The Associated Press entra a la sala para documentar el trabajo, pero prácticamente pasa inadvertido. Los trabajadores de salud siguen enfocados en las tareas esenciales: monitorear signos vitales, administrar medicamentos, manipular los tubos y cables que conectan a los pacientes a una profusión de máquinas.

En la improvisada UCI funcionaba una biblioteca que fue readaptada con 20 camas para enfrentar la pandemia del coronavirus (AP Photo/Felipe Dana)
En la improvisada UCI funcionaba una biblioteca que fue readaptada con 20 camas para enfrentar la pandemia del coronavirus (AP Photo/Felipe Dana)
Los pacientes que pelean contra el coronavirus lo hacen sin la compañía de sus seres queridos, que no pueden ir a visitarlos (AP Photo/Felipe Dana)
Los pacientes que pelean contra el coronavirus lo hacen sin la compañía de sus seres queridos, que no pueden ir a visitarlos (AP Photo/Felipe Dana)

La mayoría de los pacientes están entubados y conectados a respiradores; aproximadamente la mitad han sido colocados boca abajo para aliviar la presión sobre sus pulmones y ayudarles con su respiración. Los enfermeros reconocen que esto no es una buena señal.

Aunque la tasa de infecciones comienza a estabilizarse en España, a diario registra un número récord de muertes: el jueves estableció una nueva marca, con 950 fallecimientos en 24 horas. Hasta ahora, han muerto más de 10.000 personas en el país debido al coronavirus.

Los pacientes en esta UCI improvisada probablemente pasen semanas en el hospital antes de que su batalla con el virus se gane o pierda. Luchan por su vida sin la compañía de sus seres queridos, que no pueden ir a visitarlos.

Parte del staff médico y de enfermeros que luchan contra el COVID-19 en España (AP Photo/Felipe Dana)
Parte del staff médico y de enfermeros que luchan contra el COVID-19 en España (AP Photo/Felipe Dana)
Un paciente con COVID-19 se somete a tratamiento en una de las unidades de cuidados intensivos (UCI) del hospital Germans Trias i Pujol en Badalona, provincia de Barcelona, España (AP Photo/Felipe Dana)
Un paciente con COVID-19 se somete a tratamiento en una de las unidades de cuidados intensivos (UCI) del hospital Germans Trias i Pujol en Badalona, provincia de Barcelona, España (AP Photo/Felipe Dana)
Un técnico maneja las muestras antes de analizarlas para detectar el virus COVID-19 en el laboratorio de microbiología del hospital Germans Trias i Pujol (AP Photo/Felipe Dana)
Un técnico maneja las muestras antes de analizarlas para detectar el virus COVID-19 en el laboratorio de microbiología del hospital Germans Trias i Pujol (AP Photo/Felipe Dana)
Los trabajadores de la salud ayudan a un paciente COVID-19 en una de las unidades de cuidados intensivos (UCI) (AP Photo/Felipe Dana)
Los trabajadores de la salud ayudan a un paciente COVID-19 en una de las unidades de cuidados intensivos (UCI) (AP Photo/Felipe Dana)
Una enfermera prepara una dosis de medicamento para un paciente con coronavirus COVID-19 en el Hospital GErmans Trias i Pujol en Badalona, Barcelona (AP Photo/Felipe Dana)
Una enfermera prepara una dosis de medicamento para un paciente con coronavirus COVID-19 en el Hospital GErmans Trias i Pujol en Badalona, Barcelona (AP Photo/Felipe Dana)
Un paciente entubado en la sala de cuidados intensivos del improvisado hospital de Baladona, en Barcelona, España (AP Photo/Felipe Dana)
Un paciente entubado en la sala de cuidados intensivos del improvisado hospital de Baladona, en Barcelona, España (AP Photo/Felipe Dana)
Un paciente con COVID-19 se somete a tratamiento en una de las unidades de cuidados intensivos (UCI) del hospital Germans Trias i Pujol en Badalona (AP Photo/Felipe Dana)
Un paciente con COVID-19 se somete a tratamiento en una de las unidades de cuidados intensivos (UCI) del hospital Germans Trias i Pujol en Badalona (AP Photo/Felipe Dana)

Enfermeros al otro lado del vidrio observan sus movimientos y teclean en computadoras. Se comunican a través de radios y, quienes están adentro, les dan los avances más recientes: “37,8 C” de temperatura (100 F). Uno de los pacientes otra vez tiene fiebre, por lo que inyectan medicamento a la bolsa de suero.

El tiempo se detiene, y no sólo porque los enfermeros son incapaces de ver sus relojes a través de sus gafas empañadas.

Los trabajadores de salud siguen enfocados en las tareas esenciales: monitorear signos vitales, administrar medicamentos, manipular los tubos y cables que conectan a los pacientes a una profusión de máquinas (AP Photo/Felipe Dana)
Los trabajadores de salud siguen enfocados en las tareas esenciales: monitorear signos vitales, administrar medicamentos, manipular los tubos y cables que conectan a los pacientes a una profusión de máquinas (AP Photo/Felipe Dana)

Cuando una persona termina su turno, comienza el laborioso proceso de salir de la UCI. Los enfermeros salen por una puerta designada y se quitan su ahora contaminada armadura, una pieza a la vez. Las gafas van a un balde, las batas a otro. La capa exterior de guantes y mandiles se tira a la basura.

Al dejar atrás la UCI se les quita un peso de los hombros, pero otro ocupará su lugar en la forma de una inquietante pregunta: ¿El virus los seguirá a casa?

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