Las playas de Florida permanecen abiertas y miles de universitarios disfrutan allí sus vacaciones de primavera, sin parecer preocupados por el avance del coronavirus, que ya dejó cientos de contagiados en el estado y al menos siete víctimas fatales.
El gobernador Ron DeSantis dijo que dejará que las comunidades decidan acerca de restringir el acceso a las playas.
Con respecto a los estudiantes, recomendó que todas las universidades de Florida se valgan de clases en línea durante el resto de las vacaciones de primavera (“spring break”), con la esperanza de que los estudiantes regresen a sus hogares y no se congreguen. Pero las escenas en las playas fueron esclarecedoras.
Dos personas han fallecido en las últimas 24 horas y ya son siete las personas muertas por el COVID-19 en el estado de Florida, donde se han detectado 216 casos de la enfermedad, y se efectuaron pruebas a casi 2.294 personas, de las cuales más de 1.017 han dado negativo y las otras 1.061 están pendientes de resultados.
Florida, a veces apodado “el estado más gris” de Estados Unidos porque muchos ancianos vienen a retirarse aquí atraídos por el clima subtropical, tiene por ello una alarmante concentración de personas en el grupo de mayor riesgo por el coronavirus.
El estado tiene la mayor proporción de personas de tercera edad en Estados Unidos: 20,5% de su población tiene más de 65 años, según un estudio del Population Reference Bureau de 2019. Un reporte de la Organización Mundial de la Salud indica que la tasa de mortalidad del coronavirus en mayores de 80 años es de 21,9%.
Las autoridades locales ordenaron restringir las visitas a los hogares de ancianos y las comunidades como la de Bedard están tomando por su cuenta medidas de distanciamiento.
Ciudades muy turísticas como Miami Beach y Fort Lauderdale comenzaron desde este lunes un toque de queda, que obliga a cerrar los negocios a las 10 de la noche, además de que varias playas públicas también han cerrado.
Por su parte, la Ciudad de Miami ordenó este martes que todos los establecimientos de entretenimiento y negocios no esenciales cierren hasta nuevo aviso debido al aumento de los casos de transmisión comunitaria en Florida, según un comunicado de prensa.
Además, DeSantis, coincidiendo con el Día de San Patricio, ordenó cerrar los bares y discotecas durante los próximos treinta días desde las cinco de la tarde (21:00 GTM).
(Con información de EFE y AFP)
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