Jian Liu mantuvo sus sesenta rollos de películas fotográficas ocultos por nada menos que 30 años. Cursaba su carrera de Diseño de Moda cuando un movimiento pro democrático lo hizo salir a las calles de Beijing junto a miles de sus pares.
Cautivado por el espíritu, Liu fotografió las protestas durante unos 50 días. "Me hizo pensar que este país mejoraría", aseguró durante una entrevista reciente.
Sin embargo, el 4 de junio de 1989, el Ejército Popular de Liberación abrió fuego contra los activistas y los civiles, matando a centenares de ellos.
Durante años, trató de olvidar el derramamiento de sangre del que había sido testigo y guardó sus recuerdos en los 60 rollos de película -unas 2.000 fotografías- que había tomado con una cámara analógica.
Ahora, al publicar sus imágenes, Liu se une a un pequeño grupo de historiadores, escritores, fotógrafos y artistas chinos que han tratado de hacer una crónica de los capítulos de la historia china que el partido quiere borrar de la memoria pública.
Liu dirigió durante años un estudio de fotografía en Beijing, hasta que decidió mudarse a Los Ángeles en el año 2016 para estudiar inglés. Hace apenas un mes, de acuerdo con un artículo del New York times, digitalizó los archivos volviendo a visitar las imágenes que había capturado hace 30 años.
La idea de la publicación le llegó cuando ya tiene 50 años, gracias a la ayuda de la organización Humanitarian China, con sede en California, que otorga subvenciones a los disidentes empobrecidos y a sus familias.
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