La llaman, desde hace unos años, La Bestia. Es el automóvil con que se trasladan los presidentes de los Estados Unidos. Y su apodo refiere a las características que la hacen única en su género. Pero hoy el Cadillac One que transporta a Donald Trump es muy diferente a sus antecesores… aquellos a los que la mayoría podía ver en blanco y negro en periódicos en los años 90, 80, 70, 60… y ¡hasta 1900!
Pero a pesar de que en la actualidad los mandatarios estadounidenses se trasladan en Cadillac -una marca de General Motors (GMC)- a lo largo del tiempo los vehículos más seguros del mundo pertenecieron a Ford y fueron Lincoln. Como aquel que salvó la vida a Ronald Reagan o en el que la perdió John F. Kennedy.
Infobae hizo un recorrido por uno de los museos más extraordinarios de los Estados Unidos que muestra la historia contemporánea: The Henry Ford Museum. Ilustra los siglos XIX, XX y parte del corriente no sólo con los automóviles -de todas las marcas-, sino con locomotoras, usinas eléctricas, aviones, salas de ciencias, las primeras Mac, una réplica de un pueblo en tamaño real y hasta ¡el primer McDonalds! Todos símbolos del país del norte.
Sin embargo, lo que más impacta es la exposición de automóviles presidenciales. Por ellos pasaron George H. W. Bush, Ronald Reagan, Jimmy Carter, Gerald R. Ford, Richard Nixon, Lyndon Johnson, Harry Truman, Dwight Eisenhower, Franklin D. Roosevelt, Theodore Roosevelt, William H. Taft, Woodrow Wilson, Warren G. Harding y Calvin Coolidge.
REAGAN CAR
Fue usada originalmente por Nixon en 1972, pero pasó a la historia con ese nombre porque sirvió como refugio para el presidente Reagan cuando fue atacado y herido de bala el 30 de marzo de 1981 por John Hinckley. El Servicio Secreto asistió al mandatario en el interior del Lincoln con un poderosísimo motor V-8 con 214 CV. Como todos las limusinas de la Casa Blanca tras el asesinato de Kennedy, era a prueba de balas y sus neumáticos podían permanecer en movimiento aún cuando estuvieran fuera de servicio por algún ataque. Esta "bestia" permaneció protegiendo a los jefes de estado norteamericano hasta la administración de George H. W. Bush.
KENNEDY CAR
Este Lincoln con motor V-8 y 350 caballos de fuerza tuvo un costo original de 350 mil dólares en aquellos años. Sin embargo, el expuesto sufriría modificaciones extremas. Tras el asesinato de Kennedy en Dallas, Texas el 22 de noviembre de 1963, fue reconstruido totalmente al año siguiente. El Servicio Secreto ya no permitió que pudiera ser convertible y su armazón pasó a ser inalterable. Todo de acero, resultaría impenetrable para balas. Su tanque de combustible también fue alterado para que no pudieran ocurrir explosiones en caso de atentado. Los neumáticos contaban con una cubierta interna de aluminio para impedir que quedaran fuera de servicio ante disparos. Johnson, quien heredó la presidencia de manos del extinto político, ordenó que permaneciera pintada de negro. Cuando llegó el tiempo de Nixon, éste pidió una modificación: un techo corredizo por el cual poder asomarse a saludar a la multitud en diversos actos.
BUBBLETOP
Lincoln 1950. Motor: V-8 con 152 CV. Un automóvil bien futurista de aquella década encargado por el presidente Dwight D. Einsenhower. Su cúpula de acrílico transparente lo hacía único. "Un convertible para ver hacia dentro y afuera", dice la descripción hecha por los curadores del museo Henry Ford. Por su característico techo fue conocido como Bubbletop (techo de burbuja). Anteriormente había trasladado a Truman, pero sin las modificaciones. Tras el paso de Ike por la Casa Blanca, también transportó a Kennedy y a Johnson.
SUNSHINE SPECIAL
Él automóvil presidencial de Franklin Delano Roosevelt. El Lincoln de 1939 fue un ícono de la marca. La Casa Blanca redactó cinco páginas con las instrucciones que requería para construir cinco modelos para el presidente norteamericano. A los pedidos de seguridad originales -ante la incipiente Segunda Guerra Mundial- se le agregaron más en 1943, cuando los Estados Unidos ya estaban involucrados absolutamente en la contienda. Su estructura de acero y sus vidrios blindados nunca debieron ser utilizados. Además, tenía un sistema para permitirle a Roosevelt ingresar y bajar del vehículo, teniendo en cuenta su parálisis producto de la polio. El motor: V-12, con 150 CV. El vehículo podía trasladar a once personas, entre conductores, presidentes, funcionarios y agentes de seguridad.
BROUGHAM
Fue utilizado por Theodore Roosevelt para actos públicos. Caballos de fuerza: dos. También fue el transporte de William Taft, Wilson, Harding y Coolidge. Su constructor (alrededor de 1902) es una incógnita aunque se cree que es originario de Inglaterra. Roosevelt no era un fanático de los automóviles y rara vez usaba alguno. Prefería los modelos arrastrados por caballos. Sólo permitía a dos pasajeros, mientras que un chófer conducía a los animales. A diferencia de otros carruajes, éste estaba diseñado para estar cerca del suelo, para permitir un fácil acceso y descenso del vehículo.
THE PRESIDENT
Rogers Locomotive Works 1860. 21 de octubre de 1929. La locomotora bautizada como The President que trasladaba a los mandatarios norteamericanos también está dentro del Henry Ford Museum. También, el vagón principal del convoy.
THE BEAST
Con elementos de diseño heredados del modelo de producción en serie Cadillac CT6, el vehículo de estado es en realidad un tanque disfrazado de limusina. Sus características específicas son un verdadero secreto de estado pero expertos aseguran que su base es la del vehículo deportivo utilitario de tamaño completo Chevrolet Suburban. La cabina de pasajeros ha sido sellada del mundo exterior contra ataques nucleares, biológicos y químicos. Un sistema de visión nocturna permite manejar a oscuras tal como si se tratara de una tanque militar. La última versión es la utilizada por Trump y fue estrenada en septiembre pasado, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
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