La instantánea captada por el orbitador Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) del cráter Korolev, en Marte, da la vuelta al mundo y no deja de sorprender a millones de personas.
Parece una enorme pista de nieve virgen ubicada en medio de algún desierto. Pero no: se trata del cráter Korolev. La capa banca que se observa en la imagen no es nieve, sino hielo de agua, presente durante todo el año.
La imagen es un mosaico compuesto a partir de cinco franjas de imágenes distintas tomadas cada una en una órbita diferente por la cámara estéreo de alta resolución de la Mars Express.
El cráter tiene 82 kilómetros de ancho y está ubicado en las tierras bajas del norte de Marte, muy próximo a un gran campo de dunas, conocido como Olympia Undae.
Las partes más profundas de Korolev, las que contienen hielo, actúan como una trampa natural para el frío: el aire que se mueve sobre el depósito de hielo se enfría y se hunde, creando una capa de aire frío que se encuentra directamente sobre el hielo.
Al comportarse como un escudo, esta capa ayuda a que el hielo se mantenga estable y evita que se caliente y desaparezca. El aire es un mal conductor del calor, exacerba este efecto y mantiene el cráter Korolev permanentemente helado.
La misión Mars Express se lanzó el 2 de junio de 2003 y alcanzó el planeta rojo seis meses después.
El cráter marciano recibe su nombre, Korolev, de un científico ruso considerado el padre de la tecnología espacial, el ruso Sergei Korolev.
Entre otros, Korolev puso en marcha un gran número de misiones conocidas, como el programa Sputnik, que puso en órbita alrededor de la Tierra a los primeros satélites artificiales.
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