Miles de migrantes centroamericanos de una caravana que busca llegar a Estados Unidos permanecían varados el viernes en la frontera entre Guatemala y México, mientras los Gobiernos de la región comenzaban a organizarse para preparar su retorno a casa.
Varios miembros del grupo decidieron pasar la noche en los poco más de 200 metros del puente fronterizo que cruza el río Suchiate, luego de un forcejeo con elementos antimotines de la policía federal mexicana que buscaban contener su irrupción violenta al país.
Algunos de los migrantes, que solicitaban el paso a las autoridades migratorias, lanzaron piedras a los policías y otros se quejaron de haber sido rociados con gas lacrimógeno por los agentes. Hubo quienes incluso se lanzaron al río buscando llegar a México en balsas improvisadas.
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