Las fotos del multitudinario desfile que organizó el dictador Kim Jong-un para recibir al presidente surcoreano en Pyongyang

Moon Jae-in paseó junto con el líder comunista en una caravana por las calles de la capital de Corea del Norte, antes de sostener una reunión privada sobre el desarme nuclear

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Moon Jae-in y Kim Jong-un
Moon Jae-in y Kim Jong-un saludan en el desfile en Pyongyang (Reuters)

Los líderes de las dos Coreas exhibieron hoy nuevamente su buena sintonía antes de celebrar la primera reunión de su cumbre en Pionyang, en la que abordaron la necesidad de que Washington y el régimen norcoreano retomen el diálogo sobre desnuclearización.

Aunque el contenido de este encuentro no ha sido revelado, la composición de esta primera ronda de diálogo dio a entender que el desarme norcoreano ocupó el foco de las conversaciones.

Pyongyang desplegó una comitiva a
Pyongyang desplegó una comitiva a lo largo de los 20 kilómetros que separan el aeropuerto de Sunan y la residencia de Paekhwawon, donde se hospeda la delegación surcoreana
El presidente recibió un arreglo
El presidente recibió un arreglo floral como parte de la ceremonia
Los dirigentes de las dos
Los dirigentes de las dos Coreas desfilaron en coche por las calles de Pyongyang aclamados por la multitud antes de una tercera cumbre en la que el surcoreano intentará allanar el camino para avanzar en la desnuclearización norcoreana

Kim recibió a su invitado en el aeropuerto internacional de Pyongyang, el lugar desde donde había supervisado los lanzamientos de misiles que provocaron graves tensiones entre las dos Coreas el año pasado.

Los dos dirigentes se abrazaron
Los dos dirigentes se abrazaron después de que Moon bajara del avión. Acompañados por sus esposas, bromearon durante unos minutos, mientras cientos de personas agitaban banderas norcoreanas y emblemas de la unificación

"Abramos una era de paz y de prosperidad gracias a la solidaridad de un pueblo", podía leerse en una pancarta en el aeropuerto, según las imágenes de la televisión.

Moon se mostró durante toda
Moon se mostró durante toda la jornada sonriente y cómodo, también cuando Kim lo paseó por varios de los puntos emblemáticos de Pyongyang, como la avenida Ryomyong o el Palacio del Sol de Kumsusan, mientras una ordenada multitud de ciudadanos los vitoreaba al paso

Moon, cuyos padres huyeron del Norte durante la guerra de Corea (1950-53), pasará tres días en el país. Sigue así los pasos de dos de sus predecesores: Kim Dae-jung, que viajó a Pyongyang en el año 2000, y Roh Moo-hyun, su mentor, que estuvo en el Estado vecino en 2007.

Este ejercicio coreografiado y excesivo
Este ejercicio coreografiado y excesivo al más puro estilo del régimen viene a señalar al menos que las relaciones entre Seúl y Pyonyang están en su mejor momento desde hace casi dos décadas, algo fundamental para que Kim y Trump puedan volver a verse pronto cara a cara

La cumbre "será una ocasión importante para acelerar aún más el desarrollo de las relaciones intercoreanas que dan vuelta una nueva página de la historia", estimó la agencia oficial norcoreana KCNA.

Esa visita, poco frecuente, es una nueva señal del deshielo en la península, que ya permitió una primera cumbre intercoreana en abril, en la localidad de Panmunjom, situada en la zona desmilitarizada que separa a las dos Coreas.

El encuentro, que duró unas dos horas, se celebró en la sede del Comité Central del Partido de los Trabajadores, tal y como mostraron imágenes enviadas por los periodistas surcoreanos presentes, un grupo tremendamente reducido dada la negativa de Corea del Norte a expedir visados a medios extranjeros para cubrir la cumbre.

(Con información de EFE y AFP, fotos de Reuters y AFP)

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