El soldado estadounidense James Moses participó de la Primera Guerra Mundial como conductor de ambulancias al servicio del ejército francés, salvando a numerosos heridos transportados a bordo de su Fort T, y logró sobrevivir a uno de los conflictos más brutales de la historia.
Pero Moses era más que un simple conductor en Camp de Châlons, en las afueras de Reims. Llegó a los campos de combate de Francia con una cámara Kodak y documentó cuidadosamente, y escapando de la censura, escenas de la vida diaria en combate.
"La Primera Guerra Mundial fue la primera vez que las cámaras de fotos se hicieron lo suficientemente compactas y baratas como para ser llevadas por soldados comunes", explicó Shawn Moses, nieto de Moses y profesor de secundario, al portal The Daily Caller.
Pero los ejércitos de ese tiempo (1914-1918) imponían una gran censura sobre los documentos que salían de los campos de batalla, en especial los que mostraban muertos, ejecuciones o información sensible, y Moses se arriesgó para confeccionar su particular fototeca de la guerra.
Por primera vez esta colección personal ha salido a la luz gracias al trabajo de Shawn Moses y Jason Jellison en el Daily Caller, que muestran algunas facetas no antes vistas de la vida diaria durante los cuatro años que convirtieron a Europa en un campo de muerte.
Todas las fotos son autoría de Shawn Moses y Jason Jellison.
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