Cuando transcurren los primeras horas de los cuestionados comicios venezolanos, las redes sociales comenzaron a reflejar la poca afluencia de votantes en los principales centros de votación del país.
Las elecciones están marcadas por los cuestionamientos dentro y fuera de Venezuela, y las denuncias de fraude. La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) rechazó en efecto participar por considerar que el tiene el único objetivo de perpetuar a Maduro, y llamó a la abstención. Pero el ex chavista Henri Falcón se separó de sus filas y es el mayor rival del mandatario.
Respaldando a la MUD, Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea (UE) y una docena de países latinoamericanos sostienen que la elección no es justa, libre ni transparente.
Con una oposición dividida y sus principales líderes inhabilitados o presos, y con un vasto poder institucional con los militares a la cabeza, Maduro se encamina a un nuevo periodo, según expertos.
Varias encuestas dan empate técnico entre Falcón y Maduro, pero una alta abstención favorecería al presidente, pues el chavismo tiene un voto duro de 25% del electorado.
En la conferencia de prensa celebrada el domingo tras la apertura de las mesas de votación, Maduro insistió en reiteradas oportunidades en el pedido a que los venezolanos acudan a votar, consciente de que una alta abstención socavaría aún más la legitimidad del proceso.
"A votar, a votar, a votar", cerró la rueda de prensa el venezolano. Está por verse si la arenga será suficiente.
Pese a lo que se ve en las calles del país, el chavismo aseguró que había una "excelente afluencia". El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, declaró antes de las 11 de la mañana: "A esta hora más de dos millones y medio de personas ya han sufragado en los más de 14.000 centros de votación, esos son reportes que el comando de la patria Simón Bolívar ha recibido de todo el país".
A pesar de los llamados a votar hechos por el oficialismo, en un recorrido realizado por algunas instalaciones de votación del este de la capital, se observó filas de menos de veinte personas en los centros y algunas mesas vacías, situación que dista mucho de anteriores consultas presidenciales cuando desde el amanecer miles de personas se aglomeraban en los centros para sufragar.
"Algo está pasando. En los años que he votado nunca había visto algo como esto. No está votando nadie", confesó sorprendida María Arnal, ama de casa de 57 años, al relatar que en las elecciones del 2013, en las que ganó Maduro, debió realizar desde la madrugada una larga fila de varias horas y ahora votó en pocos minutos.
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