Una alfombra de basura y miles de bolsas y botellas plásticas alfombran la costa en Sihanouk, al suroeste de Camboya, al punto que se hace imposible divisar el mar debajo de las casas que se levantan sobre palafitos.
La fotógrafa Niamh Peren dice haber quedado "estupefacta" en su última visita a la región, que documentó con fotografías impactantes.
En la discusión mundial sobre polución y contaminación del medio ambiente se suele señalar como principales culpables a los países más pobres por su falta de políticas activas de reciclado. Pero Peren pide llamar la atención sobre un problema anterior. "Nadie parece tener en cuenta que la gente que vive en Sihanouk carece de un sistema de agua potable", le dijo al diario británico The Guardian. "El agua de red es tan sucia e imbebible que para mantenerse vivos necesitan comprar agua embotellada y luego vivir entre ellas porque no hay donde arrojarlas".
Al menos cuatro millones de camboyanos todavía no tienen acceso al agua portable según la organización Change.org, y así no tienen otra alternativa que recurrir al agua en botellas. Además, muchísimos pueblos, como Sihanouk no tienen un servicio regular de recolección de residuos ni plantas para su tratamiento.