El Consejo de Seguridad de la ONU podría votar el jueves un proyecto de resolución que pide un cese al fuego en Siria para permitir el ingreso de ayuda y las evacuaciones médicas, en un momento en que los ataques en Guta Oriental suman 320 víctimas en cuatro días.
En Guta Oriental, sitiada por las fuerzas gubernamentales desde 2013, viven unas 400.000 personas en condiciones críticas, con casos de desnutrición y hambruna.
"Se debe autorizar a nuestros equipos para que lleguen a Guta Oriental y socorrer a los heridos", declaró en un comunicado Marianne Gasser, representante del CICR en Siria.
Los equipos médicos "son incapaces de hacer frente a este gran número de heridos y no hay suficientes medicamentos ni material médico en la región", señaló Gasser.
Este miércoles, los bombardeos costaron la vida al menos a 50 civiles, incluyendo ocho niños, e hirieron a unos 350, según el OSDH. Los ataques alcanzaron varias localidades, Hamuriyé y Kfar Batna especialmente. Además de bombas, los aviones lanzaron barriles explosivos, un arma denunciada por la ONU y numerosas oenegés, siempre según el OSDH.
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