En las últimas horas, el régimen de Bashar al Assad intensificó su ofensiva sobre el bastión rebelde de Guta Oriental. En apenas dos días, seis hospitales de esa ciudad cercana a Damasco fueron atacados. Al menos 100 civiles fueron asesinados hasta el momento. Entre ellos, decenas de niños y niñas.
Una de las imágenes más desgarradoras muestra a unos 20 cadáveres apilados de niños y niñas sirios, envueltos en sábanas manchadas de sangre, en un hospital de la ciudad.
Aviones de guerra, helicópteros y misiles fueron utilizados en los ataques más mortales sobre Guta desde 2015, según el Observatorio Siria de Derechos Humanos (OSDH).
"Los proyectiles caen como lluvia. Estamos escondidos en el pasillo", declaró, bajo anonimato, una residente de Damasco a la agencia AP. La mujer aseguró que se esconde en el corredor de un edificio de oficinas.
Panos Moumtzis, coordinador humanitario regional de la ONU para Siria, alertó que "la situación humanitaria de los civiles en Guta está perdiendo el control".
"Es imperativo acabar con este sufrimiento humano sin sentido", exigió.
Las Naciones Unidas han pedido un alto el fuego inmediato en esa región tras una "escalada extrema en las hostilidades".
No obstante, los rebeldes denunciaron que el régimen de Al Assad movilizó a más tropas en los últimos días, por lo que se teme un ataque mayor en las próximas horas.
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