"Un lugar realmente único para quedarse. El Jetstar es un avión de primera clase que podría tener hasta nueve pasajeros. Construido en los años setenta, conserva la mayor parte de las características originales", asegurá Airbnb. Es que este jet privado ya no vuela y es low cost, porque por 148 dólares la noche se puede usar como hotel en la localidad galesa de Redberth.
Cuenta con una habitación doble en la parte posterior, un retrete y un lavabo. El inconveniente es que la ducha con agua caliente se encuentra en el exterior, al igual que la cocina. Tiene los asientos de vuelo y la cabina de controles para que las fotos de la aventura coticen en Instagram.
A juzgar por los comentarios de la oferta, la experiencia de dormir en un jet privado es increíble. La mayoría coincide en calificar su estancia como "muy divertida y original".
Su ubicación, según el anuncio, es ideal para conocer el pueblo de Tenby y el Parque nacional de la Costa de Pembrokeshire.
Ahora no solo los ricos y famosos pueden ufanarse en las redes sociales de visitar un jet privado…
(Fotos: Airbnb)
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