Nuevas imágenes de la mezquita al oeste de Al Arish, en el norte de la península del Sinaí, que el viernes fue blanco del peor atentado terrorista en la historia reciente de Egipto, muestran las marcas que dejó el salvaje ataque perpetuado por los extremistas.
En un acto que dejó más de 300 muertos y centenares de heridos, los atacantes colocaron explosivos de fabricación casera alrededor de la mezquita y los hicieron detonar cuando una multitud de fieles se reunían para rezar.
Tras la explosión, los terroristas dispararon a los sobrevivientes que intentaban escapar del establecimiento sagrado.
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