El fotógrafo australiano Chris McGrath volvió este noviembre a Mosul, en Irak, para fotografiar el regreso de los habitantes de la ciudad, que había sido ocupada por las milicias del Estado Islámico y liberada en el julio pasado tras una larga ofensiva de las tropas iraquíes.
Después de la batalla y la destrucción causada por ISIS la ciudad se encuentra en ruinas: los puentes están casi todos destruidos, no hay agua corriente y el sistema de cloacas no funciona. Según estimaciones, en la zona occidental de la ciudad 32 mil habitaciones quedaron destruidas. La ONU calculó en mil millones de dólares el costo de la reconstrucción.
Pero a pesar de todo, cinco meses después de la liberación, Mosul volvió a vivir: regresaron sus habitantes y con ellos los negocios y las actividades que existían antes que los yihadistas impusieran su ley.