Pocas horas después de aterrizar en Beijing en su primera gira por China, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa Melania fueron recibidos en la Ciudad Prohibida, el antiguo palacio imperial chino, por su par Xi Jinping y la primera dama china, Peng Liyuan.
Los dos matrimonios presidenciales pasearon por los gigantescos y adoquinados patios del palacio, construido en el siglo XV, que fue residencia de los soberanos chinos y centro de poder en las dinastías Ming y Qing hasta 1911.
En un recinto que en días festivos o fines de semana puede recibir cientos de miles de visitantes, pero que fue vaciado para la ocasión para seguridad y disfrute de la pareja estadounidense, los Trump y sus anfitriones posaron ante los fotógrafos.
Xi y Peng, una famosa soprano en su país, vestidos con abrigos grises, mostraron a los Trump, ambos de negro riguroso, las distintas estancias imperiales, tras lo cual se prevé que los cuatro asistan en el mismo palacio a un espectáculo de ópera y tengan un banquete privado.
Los Trump llegaron a la Ciudad Prohibida directamente desde el aeropuerto internacional de la capital, tras volar desde la base aérea de Osan, Corea del Sur.
A bordo de un Cadillac blindado, encabezaron una comitiva de un centenar de vehículos que llegó al centro de Beijing circulando por la famosa avenida Chang An, cortada al tráfico.
El recibimiento de Xi y su esposa al matrimonio Trump es poco habitual en visitas de Estado en China, ya que tradicionalmente los líderes extranjeros se encuentran con el mandatario chino y la primera dama en un recinto de aires mucho más comunistas, el Gran Palacio del Pueblo, sede del Legislativo.
Xi y Trump, en todo caso, se darán cita en ese lugar mañana, jueves, en la reunión de trabajo que mantendrán las dos delegaciones, donde se espera que las dos principales potencias firmen importantes acuerdos comerciales.
(Con información de EFE)
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