Este lunes la Casa Blanca adoptó un aspecto un tanto diferente a lo normal. Como ya es habitual, en la residencia presidencial se celebró Halloween.
Por primera vez, el presidente Donald Trump y su esposa Melania, fueron los anfitriones.
En la estructura de la residencia se colgaron enormes telarañas.
El jefe de Estado y su mujer repartieron dulces a niños de diversas escuelas del Distrito de Columbia, y de los estados de Maryland y Virginia.
Asimismo, recibieron a familias de militares y organizaciones comunitarias.