La marcha fue la mayor manifestación a favor de la unión nacional desde el referéndum independentista en la próspera región del noreste del país, que ha llevado a España al borde de una crisis nacional.
La policía de Barcelona calculó que unas 350.000 personas asistieron a la marcha, mientras los organizadores de la Societat Civil Catalana, organizadora de la marcha, dijo que acudieron 930.000 personas. Las cifras son similares a las de las concentraciones proindependentistas que se han realizado recientemente.
Por su parte, el presidente del gobierno central, Mariano Rajoy, reiteró que Madrid no permitirá que Cataluña se separe del país. "España no se va a dividir y la unidad nacional se va a mantener", dijo Rajoy en una entrevista con el diario El País publicada el domingo. El jefe del ejecutivo dijo además que considerará todas las medidas "que nos permiten las leyes" para frenar el proceso.
"Espero que no ocurra nada porque Cataluña tiene más que perder que España ya muchos negocios se están yendo", expresó Juliana Prats, una de las manifestantes. "Espero que las cosas sigan como están, hemos tenido 40 años de paz".
El gobierno de Rajoy reiteradamente ha rechazado los intentos de Cataluña de realizar un referéndum, argumentando que sería anticonstitucional ya que participaría solo una minoría de los 46 millones de habitantes de España.
El sector separatista de Cataluña ha crecido en años recientes, ante la crisis económica que ha afectado al país y la tendencia de Madrid de desanimar la autonomía en la región.
"La pasión puede ser destructiva y feroz cuando la mueven el fanatismo y el racismo. La peor de todas, la que ha causado más estragos en la historia, es la pasión nacionalista", aseguró Vargas Llosa.
El ex ministro socialista y ex presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, reprochó a los manifestantes que pidieran cárcel para Carles Puigdemont: "No gritéis como las turbas romanas. Quien manda a la cárcel a las personas son los jueces".
"Tengo 67 años y es la primera vez que voy a una manifestación, pero es que veo que la situación ha llegado a un extremo de discriminación y no se nos oye a quienes estamos en contra", coincidió Telesforo García Pérez, un jubilado de 67 años que vino de Vilafranca del Penedés, también Cataluña.
La iniciativa, convocada por la asociación Societat Civil Catalana, fue respaldada por el Partido Popular de Rajoy, el Partido Socialista de Cataluña y Ciudadanos, primera fuerza de oposición en la región.