China inauguró oficialmente este miércoles su segundo portaaviones en una ceremonia con motivo de su botadura, anunció la agencia China Nueva en momentos en que el gigante asiático invierte masivamente en su poderío militar.
No faltó ni corte de cinta ni botella de champaña contra el casco del buque para este primer portaaviones fabricado por completo en China.
El país asiático ya disponía de un portaaviones, el "Liaoning", cuyo casco había sido fabricado en la antigua Unión Soviética.
La agencia de prensa oficial no precisó la fecha prevista para la puesta en servicio del nuevo buque, producido por los astilleros de Dalian, en el noreste del país. Tampoco reveló su nombre.
"La construcción de un primer portaaviones por China constituye sin duda un acontecimiento histórico, porque la eleva al rango de las pocas potencias militares mundiales capaces de hacerlo, junto a Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia, Italia y España", observa Juliette Genevaz, especialista de China en el Instituto de investigación estratégica de la Escuela militar francesa.
"Puede hablarse de salto tecnológico, porque es muy probable que se trate del primero de una serie de portaaviones" construidos en China, agrega.
La botadura se produce en medio de crecientes tensiones internacionales acerca de Corea del Norte y su programa nuclear y balístico.
El presidente norteamericano Donald Trump anunció el envío del portaaviones "Carl Vinson" a las inmediaciones de la península coreana, como medida destinada a presionar a Corea del Norte.
Aunque China también denuncia el programa nuclear de su pequeña vecina, también llamó a Estados Unidos a la moderación.
Desde hace años, Beijing intenta modernizar sus Fuerzas Armadas, especialmente la Marina, en respaldo a sus aspiraciones en el Mar de China Meridional, región cuya soberanía se disputan varios países vecinos.
Se necesitarán unos dos años antes de que el nuevo portaaviones chino quede enteramente equipado y haga sus verdaderos primeros ensayos en el mar, anticipa Genevaz.
El buque tendrá propulsión convencional y no nuclear. Transportará en particular aparatos Shenyang J-15, avión de combate de la fuerza aeronaval china, había precisado el ministerio de Defensa chino al anunciar la construcción de la nave en 2015.
Las Fuerzas Armadas chinas están sin embargo lejos de rivalizar con las norteamericanas, que poseen una decena de portaaviones operacionales, así como unas 600 bases militares en unos cincuenta países, mientras que Beijing sólo cuenta de momento con una base en el extranjero, construida en Yibuti, África.
"Es muy poco probable que planteen una amenaza para Estados Unidos, si se toma en cuenta el avance tecnológico de los portaaviones norteamericanos", destacó James Char, experto de la escuela S. Rajaratnam de estudios internacionales de Singapur.
Sólo se podrá hablar de hito tecnológico el día en que portaaviones chinos dispongan de propulsión nuclear y catapultas para el lanzamiento de sus aviones, agrega el experto.
A principios de año, Beijing anunció un incremento del 7% de su presupuesto militar, que pasó a 156.000 millones de dólares. Aunque China multiplicó por 10 su presupuesto de defensa en 15 años, sigue estando atrás del de Estados Unidos, que asciende a 628.000 millones de dólares.
(Con información de AFP)
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