Una semana de intensas lluvias, viento y nieve en California, Estados Unidos, dejó al menos cuatro muertos y miles de evacuados en lo que medios locales han llamado "la tormenta de la década", que aún no da señales de terminar.
La capa de nieve en la Sierra Nevada, cordillera en el centro este del Estado, casi duplicó su tamaño por las intensa precipitaciones, según informó el periódico LA Times.
En tanto, en las afueras de Sacramento, en el centro, un tornado débil dejó un rastro de destrucción de casi un kilómetro, aunque no se reportaron heridos.
Miles de personas debieron abandonar sus hogares por las inundaciones causadas por el desborde de ríos en el norte, incluyendo el área de la bahía de San Francisco. En esa zona, los pueblos de San Anselmo, Fairfax y Ross Valley recibieron la alerta de evacuación.
En el sur de California el temporal se limitó a fuertes lluvias que generaron algunos deslizamientos, pero por el momento la situación es menos crítica que en el centro y norte del Estado.
Se espera que una tormenta aún más fría entre el jueves y el viernes complique la situación, ya que podría caer nieve en alturas más bajas y provocar problemas de tránsito por el congelamiento de caminos.
Esa situación, sin embargo, "no sería inusual", explicó Tom Fisher, especialista en clima del Servicio Nacional Meteorológico en Oxnard citado por el LA Times. "Lo inusual es lo que pasa en la bahía de San Francisco", agregó.
Se calcula que un total de 1,3 billones de litros de agua cayeron sobre California desde el viernes, cuando comenzaron las tormentas.
En tanto los ríos Ruso y Corte Madera se encuentra entre los que más crecieron en caudal y provocaron en consecuencia fuertes inundaciones.
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