La firma de lujo española Balenciaga lanzó una polémica campaña que muestra a dos niñas posando con osos de peluche que parecen llevar arneses de estilo BDSM, el grupo de prácticas eróticas que incluye Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo.
Los polémicos anuncios, que fueron retirados por el revuelo que se generó, publicitaban la colección Primavera/Verano 2023, que debutó este otoño en la Semana de la Moda de París. Se llamó Balenciaga Gift Shop y mostró a niños pequeños vestidos con la línea Balenciaga Kids.
El director creativo de Balenciaga, Demna Gvasalia, finalmente se disculpó en Instagram por los anuncios controvertidos; y manifestó que “era inapropiado que los niños promocionaran objetos que no tenían nada que ver con ellos”.
Si bien la compañía había publicado un comunicado la semana pasada sobre el escándalo, Gvasalia, quien encabeza la marca desde 2015, había permanecido en silencio hasta ayer.
Gvasalia dijo que le gusta “provocar un pensamiento a través de su trabajo”, pero que “nunca tendría la intención de hacer eso con un tema tan horrible de abuso infantil que condeno”.
Luego indicó que necesita “aprender de esto” y “comprometerse con las organizaciones de protección infantil” para ayudar a los niños que han sido abusados.
Gvasalia prometió que Balenciaga tomará medidas para garantizar que algo así nunca vuelva a suceder, y también “para asumir la responsabilidad de proteger el bienestar infantil en todas las formas que podamos”.
“Quiero disculparme personalmente por la elección artística incorrecta del concepto para la campaña de obsequios con los niños y asumo toda la responsabilidad”, recalcó Gvasalia en la red social.
La empresa se había manifestado la semana pasada también en Instagram. “Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que haya podido causar nuestra campaña navideña. Nuestros bolsos de peluche no deberían haber aparecido con niños en esta campaña. Hemos retirado inmediatamente la campaña de todas las plataformas”, escribió Balenciaga en la red social.
También se disculpó por mostrar “documentos inquietantes” en la campaña después de que una de las fotos pareciera mostrar un extracto de un fallo judicial relacionado con la pornografía infantil.
El documento que se muestra es el del caso Ashcroft v. Free Speech Coalition, sentencia que anuló porciones de la Ley Federal de Prevención de la Pornografía Infantil.
“Nos tomamos este asunto muy en serio y estamos emprendiendo acciones legales contra las partes responsables de crear el set e incluir elementos no aprobados para nuestra sesión de fotos de la campaña de primavera 23. Condenamos enérgicamente el abuso de los niños en cualquiera de sus formas. Defendemos la seguridad y el bienestar de los niños”, agregó en su comunicado la marca.
El viernes 25 de noviembre, Balenciaga presentó la demanda contra la empresa North Six, Inc. y el escenógrafo Nicholas Des Jardins. Busca una compensación por los daños que ha sufrido su imagen a raíz de la campaña publicitaria.
Los abogados de Balenciaga afirman que North Six y Des Jardins incluyeron las imágenes de los documentos judiciales sin su conocimiento. Algo que califican como ”malévolo o, al menos, extraordinariamente imprudente”.
“Como resultado de la mala conducta de los demandados, el público –incluidos los medios de comunicación– han asociado la imagen de Balenciaga con un tema repulsivo y profundamente inquietante”, sostiene la firma en la demanda, según se recoge en la denuncia.
Las fotografías de esta campaña fueron tomadas por Gabriele Galimberti, fotógrafo de National Geographic, quien ya ha publicado un comunicado explicando su punto de vista sobre estos hechos.
“Como fotógrafo, sólo se me pidió que iluminara la escena dada, y tomara las fotos de acuerdo con mi estilo característico. Como de costumbre en un shoot publicitario, la dirección de la campaña y la elección de los objetos mostrados no están en manos del fotógrafo”, explicó.
La marca propiedad de Kering SA generó alrededor de USD 1.810 millones en ventas en 2021.
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