Kevin Spacey tendrá su primer papel en cine tras ganar un juicio por difamación en Nueva York el mes pasado. Un jurado apoyó apoyó al actor estadounidense al concluir que no abusó sexualmente de Anthony Rapp, de entonces 14 años, en la década de 1980.
Según publicó el sitio especializado Variety, el actor no aparecerá físicamente en escena, sino que le pondrá la voz a un extorsionador que amenaza a una ministra británica, Stella Simmons, que se embarca en una tórrida aventura con el primer ministro del filme.
“Control”, escrita y dirigida por Gene Fallaize, es un thriller independiente británico que se rodará en 2023 y que cuenta con los protagónicos de Lauren Metcalfe y Mark Hampton.
“Es uno de los mejores actores de nuestra generación. Dejando de lado su vida personal, es algo que no puedo comentar y de lo que no tengo conocimiento, es una oportunidad de trabajar con uno de los grandes de la actuación”, dijo Fallaize al mencionado medio.
Una noche, mientras Simmons se dirige a su casa, se da cuenta de que el vehículo es secuestrado de forma remota por alguien que conoce su secreto y quiere venganza. Pronto, el automóvil se vuelve loco por las calles de Londres con Simmons dentro. Spacey interpretará a la persona que toma el control del auto. No lo veremos, sólo será su voz.
El rodaje se llevará a cabo a principios del próximo año en locaciones de Londres.
A pesar de las batallas legales en curso que enfrenta el actor, de acuerdo con Variety, Fallaize dijo que escribió el guion de pensando en Spacey. Fallaize declaró que “creció” viendo a Spacey en la pantalla y también argumentó que si bien la controversia en torno a él era “una consideración” a la hora de contratarlo, “no diría que fue una preocupación”.
El mes pasado, Spacey ganó un juicio civil de USD 40 millones en Nueva York después de que un jurado determinara que no abusó de Anthony Rapp. El hecho denunciado por el actor habría sucedido en 1986, cuando Spacey tenía 26 años y el denunciante, 14.
Sin embargo, la denuncia de Rapp fue la primera de cinco acusaciones de agresión sexual contra el dos veces ganador del Oscar, quien se declaró inocente de todos los cargos.
Las acusaciones lo ubicaron en la lista negra de Hollywood y hasta fue desvinculado de la última temporada de “House of Cards”, la exitosa serie de la que era protagonista y a cuyo productora, MRC, se le ordenó pagar una indemnización de 31 millones de dólares por ruptura de contrato y por los perjuicios que causó con su comportamiento durante el rodaje.
También se quedó fuera de una película de Ridley Scott, “Todo el dinero del mundo”, en la que fue reemplazado por el actor Christopher Plummer.
La ola de acusaciones que destrozó su exitosa carrera correspondió con el surgimiento del movimiento #MeToo, que nació en 2017 a partir del caso del productor de cine estadounidense Harvey Weinstein, que cumple una condena de 23 años de prisión.
El pasado julio, Spacey se declaró no culpable ante el tribunal penal británico de Old Bailey, en Londres, de cinco delitos sexuales que se le imputaban, cometidos presuntamente contra tres hombres entre 2005 y 2013 en el Reino Unido.
A principios de este mes, la Fiscalía de la Corona del Reino Unido dijo que acusaba al actor de otros siete delitos sexuales, todos relacionados con un denunciante.
Los responsables de la fiscalía de la corona (CPS) han “autorizado cargos penales adicionales contra Kevin Spacey por varias agresiones sexuales a un hombre entre 2001 y 2004″.
El ganador de dos Oscar por “Belleza americana” (1999) y “Los Sospechosos de siempre” (1995), ya está siendo procesado por la justicia británica por presuntas agresiones a tres hombres entre marzo de 2005 y abril de 2013, cuando era director del célebre teatro londinense Old Vic.
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