Un nuevo libro del periodista Charles Leerhsen sobre el difunto Anthony Bourdain revelará una serie de mensajes de texto del famoso chef, entre los que destaca uno de su ex, Asia Argento, enviado solo unas horas antes de su trágico suicidio en una habitación de hotel francesa.
La biografía no autorizada titulada Down and Out in Paradise: The Life of Anthony Bourdain da a conocer no sólo los mensajes del célebre cocinero, sino también su historial de búsqueda en línea.
En la obra, Leerhsen describe la vida de Bourdain antes de su suicidio. Lo describe como un hombre “aislado”, que se la pasaba “inyectándose esteroides, bebiendo hasta perder el conocimiento y visitando prostitutas, y casi había desaparecido de la vida de su hija”.
También narra sus “últimos y dolorosos días” cuando vio fotos de Argento bailando con el periodista Hugo Clément en un hotel de Roma, la última vez que se comunicaron. “Estoy bien”, le envió Bourdain a Argento luego de ver las fotografías.
Aparentemente, Bourdain había buscado el nombre de Argento en línea “cientos” de veces después de ver las imágenes.
“No soy rencoroso. No estoy celoso de que hayas estado con otro hombre. No te pertenezco. Estás libre. Como ya he dicho. Como lo prometí. Como realmente quise decir. Pero fuiste descuidada. Fuiste imprudente con mi corazón. Mi vida”, escribió a Argento.
“No puedo con esto”, le respondió ella, a lo que él escribió: “¿Hay algo que pueda hacer?”
“Deja de romperme las bolas”, dijo Argento. “Está bien”, respondió el chef.
Horas después, Bourdain se ahorcó.
El 7 de junio de 2018 Anthony Bourdain había almorzado en un restaurante con una estrella Michelin. Estaba en Francia filmando un nuevo capítulo de su programa de CNN. Lo acompañaba como tantas otras veces su amigo el chef Eric Ripert. A la noche prefirió quedarse en su habitación del lujoso hotel en el que paraban. No tuvo ganas de bajar a cenar. En la mañana del 8 de junio, Ripert lo esperaba para desayunar pero se estaba retrasando y tenían que comenzar la jornada de rodaje. Como no recibió respuesta intentó con el interno de la habitación, que también sonó una decena de veces sin que nadie atendiera. Avisó al conserje del hotel. Fueron hasta la habitación y golpearon la puerta con fuerza. Un empleado del hotel abrió la puerta con una llave maestra. Encontraron a Anthony Bourdain sin vida.
En el último tiempo antes de su suicidio, Bourdain estaba en pareja con Asia Argento, veinte años menor que él. Una pareja explosiva. Ella fue la directora del último capítulo completado de su programa, el que hizo en Hong Kong. Eran tiempos de alta exposición para Argento. Una de las voceras del #MeToo, denunció haber sido abusada por Harvey Weinstein.
Unas semanas antes del suicidio del chef, Asia fue fotografiada de la mano con otro hombre. Las acusaciones, entonces, se enfocaron sobre ella. Apenas se supo de la muerte de Bourdain, su amiga la actriz Rose McGowan emitió un comunicado en su nombre hablando sobre los estragos de la depresión y el profundo dolor que sentía.
Tiempo después pudo hablar. Necesitó defenderse de las acusaciones, de los que buscaban un culpable. “La gente dice que yo lo asesiné. Entiendo que busquen una razón. A mí me gustaría encontrar una. No la tengo. Quizás eso me daría alivio. La nuestra era una relación adulta. Los dos salíamos con otra gente. No era un problema para nosotros. Y la pasábamos muy bien cuando estábamos juntos. Porque Anthony viajaba más de 260 días al año”, dijo Asia, que también debió salir en defensa propia cuando fue señalada por haber vuelto demasiado pronto a su trabajo como jurado en la versión italiana de X Factor.
Bourdain también envió mensajes a su ex esposa, Ottavia Busia-Bourdain: “Yo también odio a mis fans. Odio ser famoso. Odio mi trabajo. Estoy solo y vivo en una incertidumbre constante”.
Pero la familia de Bourdain y Argento dicen que el libro de Leerhsen es inexacto. “Todo lo que escribe sobre las relaciones e interacciones dentro de nuestra familia como niños y como adultos lo inventó o se equivocó por completo”, dijo Christopher, el hermano de Bourdain, al New York Times.
En México el Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono (SAPTEL) ofrece atención telefónica las 24 horas del día en el número: 0155 5259-8121. En los Estados Unidos se puede marcar al +1-888-628-9454.
En el Centro de Asistencia al Suicida de Buenos Aires atienden a cualquier persona en crisis en las líneas gratuitas 135 desde Buenos Aires y GBA o al (54-11) 5275-1135 las 24 horas del día. Está también el Centro de Atención al Familiar del suicida (CAFS): Tel. (011) 4758-2554 (cafs_ar@yahoo.com.ar – www.familiardesuicida.com.ar).
En Estados Unidos, existe la Red Nacional de Prevención del Suicidio para pedir ayuda; puedes llamar al 1-888-628-9454 o al 1-800-273-8255, la línea del Servicio Nacional de Prevención del Suicidio, para hablar con alguien que te brindará apoyo gratuito y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana. Los CDC también recomiendan sus propias políticas, programas y prácticas de prevención.
Seguir leyendo: