Drew Barrymore confesó en su programa de entrevistas que puede pasar “años” sin tener relaciones sexuales.
“¿Qué me pasa que seis meses no parece mucho tiempo?”, la actriz le preguntó a su audiencia de “Drew Barrymore Show” mientras hablaba sobre la reciente revelación de Andrew Garfield de que fue célibe durante medio año para un trabajo en cine.
“Yo estaba como, ‘sí, ¿y entonces?’”, dijo Barrymore, de 47 años, sobre la confesión del actor de 39 años.
“Ese es el titular: ‘Drew puede durar seis meses, no es gran cosa’”, dijo su compañero Ross Mathews. Y entonces la estrella de “Scream” lo corrigió, aclarando que en realidad podría abstenerse de tener relaciones sexuales durante “años”.
La revelación de Barrymore se produjo un mes después de que Garfield dijera en el podcast de Marc Maron que no tuvo sexo y casi no comió para la construcción de su personaje de una sacerdote en la película “Silence” (2016) de Scorsese.
El dos veces nominado al Oscar contó que pasó un año estudiando el catolicismo y siguiendo a un sacerdote jesuita en Nueva York, al padre James Martin, para saber cómo interpretar el papel. “Se convirtió en mi amigo y en una especie de director espiritual durante un año”.
Además, se involucró en varias prácticas religiosas. Una de ellas, relató, fue un retiro espiritual de 31 días, en el que tuvo que meditar acerca de la vida de Jesucristo. Adicionalmente, el intérprete practicó la castidad por 6 meses y se privó de la comida.
“Hice un montón de prácticas espirituales cada día, creé nuevos rituales para mí. Me mantuve célibe durante medio año y ayuné mucho, porque Adam y yo teníamos que perder mucho peso”, confesó Garfield en su entrevista sobre el abordaje extremo que eligió para dicho trabajo. “Tuve algunas experiencias bastante salvajes y alucinantes”.
En cuanto a Barrymore, la estrella de “Never Been Kissed” también ha hablado con franqueza sobre su vida sexual a lo largo de los años.
En febrero de 2021, la ganadora del Globo de Oro confesó que se ha acostado con un compañero de trabajo en un automóvil, y también señaló que prefiere la iluminación “suave” o “natural” al momento de la intimidad.
Barrymore se ha casado tres veces a lo largo de los años con Jeremy Thomas, Tom Green y Will Kopelman.
La actriz es madre de Olive, 9, años y Frankie, de 8. Kopelman y Barrymore se divorciaron en 2016.
En una entrevista a Machine Gun Kelly para su programa, “The Drew Barrymore Show”, la actriz contó que necesitó ayuda tras su “doloroso” divorcio.
“Tenía dos niños por los que tenía que luchar y necesitaba ayuda, así que comencé a acercarme a diferentes personas y, finalmente, hice cambios radicales en mi vida. Incorporé una actitud completamente nueva, que tuve que construir”, reconoció.
En lo que se trata de ser madre soltera, la actriz dijo que camina con cuidado. “No quiero llevar hombres a casa”, le dijo a la estrella de “Queer Eye” Bobby Berk en un episodio de enero de su programa CBS. “Creo que me llevaría mucho tiempo conocer a alguien antes de poder presentarle a mis hijas”, explicó Barrymore, entre lágrimas.
También profundizó aún más acerca de su presente y contó que lleva sobria más de dos años. “Me di cuenta de que simplemente no me servía a mí ni a mi vida”, dijo sobre la decisión de dejar de beber alcohol. Además expresó lo bien que se sintió después de haber recuperado las riendas de su vida: “Cuando rompes ese ciclo surge un empoderamiento que te dice que no sos débil, que en realidad sos fuerte”.
La intérprete también se animó a contar algunos detalles de cuando estuvo internada en un neuropsiquiátrico a los 13 años. “Tenía problemas y demasiados recursos”, contó la actriz en ese momento. “Iba a clubes nocturnos y faltaba a la escuela, robaba el auto de mi madre... Estaba fuera de control”, explicó antes de confesar que también intentó suicidarse.
En este viaje de autoconocimiento y sanación, la actriz viajó hasta Los Ángeles para visitar la institución, en donde pasó 18 meses de su vida. Barrymore aseguró que la experiencia la convirtió en la mujer que es hoy. “Yo era una niña rebelde pero de verdad, y de repente comencé a estar fuera de control. Nadie sabía qué hacer conmigo”, reconoció entre lágrimas. “Me trajeron hasta aquí en el medio de la noche y me llevaron por esas dos puertas. Cuando atraviesas esas dos puertas no vuelves a salir. Estuve allí por un año y medio”, contó.
En el pasado, la actriz había contado que hubo momentos en donde la llevaban a una habitación acolchonada, para que no se hiciera daño, o que la ataban a una camilla. “Creo que es importante para mí compartir con las personas todo esto, porque cuando ven el show lo que ven es un estudio hermoso y a mí luciendo ropa divina, con mi cabello perfecto y mucho maquillaje. Yo nunca perderé de vista esta parte de mi historia”.
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