La industria de la moda a menudo suele ser asociada a todo tipo de adjetivo calificativo referente al glamour, la belleza y la vanidad. No obstante, la palabra asesinato también ha estado presente de una manera impensable, pues algunos de los personajes detrás de distinguidas y exclusivas casas de diseño han sufrido de ataques que terminaron con sus vidas de formas frutales e inexplicables.
El interés por saber todo sobre los crímenes de los más reconocidos diseñadores “se puso de moda” después de que grandes televisoras y productoras de cine se percatan de la falta de narrativas visuales que había sobre el tema, trayendo en formatos de miniserie, como lo hizo Fox Extended con American Crime Story: el asesinato de Gianni Versace, o películas como la que recientemente se pudo apreciar con las actuaciones de Lady Gaga, Adam Driver y Jared Leto, La Casa Gucci.
A pesar de que ambos casos son los más populares y mediáticos hasta el momento, existe una lista mucho más amplia de lo que se piensa, por lo que los crímenes de moda no son casos aislados a estos dos diseñadores, si no suelen ser más recurrentes de lo que se piensa, teniendo la mayoría motivos pasionales de por medio.
Maurizio Gucci y la “Viuda Negra”, Patrizia Reggiani
Es inevitable no comenzar con el conteo con el caso más viral y controversial de la historia, pues además el nombre de una famosa casa de modas está de por medio: en 1995 el mundo se estremeció cuando el heredero de la de la firma fue acribillado a la entrada de su lujosa residencia. A las 8:20 de la mañana del 27 de marzo de 1995, Maurizio Gucci, de 46 años, salió de su casa para ir a trabajar; minutos después, recibió varios disparos a las puertas de su oficina, situada en uno de los barrios más sofisticados de Milán.
Como todo crimen que tiene de por medio jugosas fortunas, la policía comenzó a investigar el caso, dando como resultado dos años después una de las noticias más impactantes que décadas más tarde llegaría al cine: Patrizia Reggiani, la esposa de Gucci, fue condenada por haber contratado a un asesino para acabar con su marido tras descubrir que tenía una aventura con otra mujer. El que fuera presidente de la compañía de moda le había ofrecido a su esposa 650 mil dólares a cambio de divorciarse, algo que ella calificó como “un plato de lentejas”.
Por este motivo, la reconocida mujer se ganó el título internacional como La Viuda Negra, persiguiendo hasta la actualidad. Allegra Gucci, su hija, habló sobre el polémico caso, su madre y los duros 17 años que ella pasó en prisión, así como toda su versión de la historia en su libro Fine dei giochi -Se acabaron los juegos- ejemplar que pretende terminar con toda teoría conspirativa, incluida la película de Lady Gaga.
“El asesinato de mi padre y el encarcelamiento de mi madre fueron un tsunami para mí. Espero que la verdad salga por fin a la luz. Tenía 14 años y me arrastró la ola, en esos momentos sólo buscaba una burbuja para respirar mientras a mi alrededor había tiburones”, afirmó en una entrevista con Vanity Fair.
“El Zar” de la moda alemana estrangulado con el cable de un teléfono
Este caso es famoso por las similitudes al anteriormente mencionado. En enero del 2005, cuando el chofer de Rudolph Moshammer se presentó en la lujosa villa del diseñador para recoger a su jefe, lo encontró estrangulado con un cable de teléfono. Llevaba puesto todavía el traje negro que tenía la noche a su muerte y yacía en el suelo del pasillo, a unos metros de la puerta abierta de su dormitorio. “Todo indica que fue un asesinato”, dijo el fiscal de Múnich, Peter Boie, pero no dio mayores detalles.
En ese mismo año, la policía detuvo a un iraquí que confesó haber estrangulado al diseñador durante un pleito por el pago de servicios sexuales. Según información de la policía, el diseñador no tuvo oportunidad de defenderse. El joven fue detenido cuando regresaba a su domicilio y, aunque en principio negó los hechos, acabó confesando que había matado a Moshammer. Lo irónico es que el tema de su sexualidad no fue retomado de ninguna manera, tratado de mantener todo como un ajuste de deudas cuando había una relación homosexual.
La desgracia por la que Donatella Versace es la heredera del imperio
Tal vez esta historia ya la viste de la mano de Darren Criss -como Andrew Cunanan-, Ricky Martin como -Antonio D’Amico- y Penélope Cruz como -Donatella Versace-, pero aún hay muchos secretos que no han sido revelados. La mañana del 15 de julio de 1997, Gianni Versace fue asesinado en la puerta de su mansión de Miami Beach. El diseñador italiano de 50 años volvía a casa después de haber desayunado en una cafetería cuando Cunanan, un trabajador sexual de 27 años, le disparó a quemarropa en la nuca y el cuello; murió al instante.
El problema con este caso que podría dar todo un tema a desarrollar es que cuenta con múltiples hipótesis sobre qué pasó y por qué lo mataron, que van desde un robo, la búsqueda de las autoridades por asuntos privados contra las leyes, una participación con la mafia, un romance homosexual o incluso sobre un contagio de VIH voluntario a su pareja, quien después de descubrirlo habría terminado con su vida.
La versión de la mafia y el crimen pasional son las más aceptadas: una paloma muerta encontrada junto al cadáver del modisto desató todo tipo de conjeturas sobre si Cunanan era en realidad un sicario a sueldo. Aunque no se encontraron más pruebas que apoyaran la hipótesis, la publicación del libro Metastasi en 2010 reabrió la polémica. Giuseppe Di Bella, un ex miembro de la mafia calabresa (hogar natal de Gianni Versace), aseguró que el asesinato fue un ajuste de cuentas ordenado por el padrino Paolo de Stefano, con quien el diseñador tenía deudas pendientes.
La noticia de su enfermedad despertó una supuesta sed de venganza en Cunanan, que decidió acabar con la vida de los hombres que podrían haberlo contagiado. Así se explicarían las muertes de Trail, Manson y Miglin, pero no tanto la de Gianni Versace, ya que la naturaleza de su relación jamás se ha aclarado.
Una mujer a la lista
Sylvie Cachay, a la edad de 33 años, fue estrangulada y ahogada en una bañera del hotel Soho House en Manhattan, a manos de su pareja, Nicholas Brooks. Se dice que los novios tenían una relación tormentosa y la talentosa diseñadora había decidido terminarla, por lo que Brooks enfureció y terminó asesinándola, siendo un feminicidio de gran relevancia por la relación con el mundo de la moda que ella tenía y las importantes personas a las que asistía dándole sus creaciones.
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