La trágica muerte de Michael Jackson fue “inevitable” y hay múltiples culpables del paro cardíaco inducido por las drogas que le quitó la vida, según ha revelado un detective en un nuevo documental.
El icónico Rey del Pop murió en junio de 2009 en su casa de Los Ángeles y su médico personal de entonces, el doctor Conrad Murray, fue encarcelado por homicidio involuntario.
Pero según TMZ Investigates: Who Really Killed Michael Jackson (TMZ Investiga: quién realmente mató a Michael Jackson), que se estrenará en Fox el próximo mes, personas cercanas al caso dijeron que hay otros involucrados que debieron ser declarados culpables por permitir que el intérprete alcanzara el nivel de adicción en el que se encontraba cuando falleció.
El documental entrevistó al detective del Departamento de Policía de Los Ángeles, Orlando Martínez, quien admitió que es “increíble” que Michael Jackson no muriera antes, debido a su aguda y continua adición a fármacos anestésicos como el propofol.
El investigador dijo a TMZ: “Realmente creo que esta muerte era inevitable. Michael iba a conseguir lo que quería. Y si le decías que no, encontraba a alguien que lo hiciera por él. Hay muchas personas que tienen la culpa y que nunca han tenido un ajuste de cuentas por su muerte”.
Michael Jackson acudía a varios médicos diferentes que le prescribían medicamentos, por lo que en muchas ocasiones acumulaba una gran cantidad de ellos, en lugar de las dosis normales, explicó el detective de la policía de Los Ángeles.
El detective también admitió que no cree que sea correcto que el doctor Murray sea el único culpable de la muerte de la estrella del pop, pero fue increíblemente difícil demostrar la culpabilidad de otros durante el proceso judicial.
“Las circunstancias habían conducido a su muerte durante años, y todos estos diferentes profesionales médicos le habían permitido a Michael dictar sus propios términos, obtener los medicamentos que quería, cuando los quería, donde los quería”, sostuvo Martínez. “Todos ellos son la razón por la que está muerto hoy”.
Jackson había creado 19 documentos de identidad falsos para recolectar diferentes medicamentos, revela el documental, y otro de sus médicos, el famoso dermatólogo de Hollywood Arnold Klein había llevado un libro especial en el que anotaba qué recetas iban para cada identidad falsa.
“La forma en que Michael consiguió todos estos medicamentos fue buscando médicos. Tenía varios médicos diferentes con los que estaba involucrado e iba al ‘Doctor A’ y pedía un sedante, y luego iba al ‘Doctor B’ y podía pedir el mismo”, dijo el cirujano plástico de Jackson, el Dr. Harry Glassman. “Michael es responsable, en gran medida, de su propia muerte, pero ciertamente recibió mucha ayuda de la comunidad médica”.
El hombre que finalmente pagó por la muerte del cantante, el médico Conrad Murray, también habló en el documental. Tras cumplir su condena, dijo entre lágrimas que su experiencia en la cárcel fue “devastadora”, después de ser perjudicado por la pena y el dolor tras la muerte de Michael y su propio juicio.
El médico declaró que “siempre amará a Michael”, a pesar de que cree que “no fue correcto” que él personalmente asumiera gran parte de la culpa por la muerte de la leyenda.
El cardiocirujano de 69 años -que salió de la cárcel en 2013 tras cumplir la mitad de su condena de cuatro años por homicidio involuntario- comenzó a trabajar para Jackson en 2006. Había administrado al intérprete de ‘Thriller’ varios medicamentos para ayudarle a dormir la noche de su muerte, en su casa alquilada en Holmy Hills, Los Ángeles.
Afirmó que fue complicado, incluso, conseguir que otros expertos de la profesión médica ayudaran en el caso en ese momento, ya que no querían involucrarse.
El médico fue acusado de homicidio involuntario en febrero de 2011 y después de un controvertido juicio se le impuso la pena máxima de cuatro años de prisión.
El hombre ha dicho ahora que cree que los otros médicos que suministraron medicamentos a Michael durante años son cómplices de su muerte; incluso, afirmó que fue “manipulado” por la estrella, que nunca le dijo que sufría una adicción a las drogas cuando se convirtió en su médico.
Sólo cuando llegó a Los Ángeles para ayudarle a preparar su gira de regreso, descubrió que el cantante guardaba un cúmulo personal de drogas.
El médico aseveró que la estatura de Jackson, de 1.70 metros, se había reducido a poco más de 1.50, que sufría escalofríos, insomnio y cambios de humor y que dependía del propofol, un medicamento recetado para ayudarle a dormir.
Jackson había estado tomando propofol en botellas del tamaño de “Gatorade” en el momento de su muerte, según Ed Winter, forense adjunto del condado de Los Ángeles.
La comunidad médica, de muchas maneras, facilitó su obsesión por la sustancia, según Murray, quien agrega que el propofol “era la única forma en que podía dormir, especialmente cuando se preparaba para una gira”.
“No fue un gran problema: lo había estado usando durante décadas, diferentes médicos se lo habían dado de todo el mundo… y a veces le permitían inyectarse el medicamento”, dice Murray, quien se lo administraba de forma rutinaria a Jackson. . “Pudo empujar el propofol él mismo, y los médicos le permitieron hacerlo, y eso estuvo bien”.
Murray aseguró que había quitado a Jackson del medicamento que el cantante llamaba ‘leche’ sólo días antes de su muerte el 25 de junio de 2009.
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