La “serie-telenovela” Donde hubo fuego se posicionó en el primer lugar de audiencia luego de su reciente estreno en la plataforma Netflix. Se trata de un proyecto dramático donde se mezcla el thriller con el romance y Plutarco Haza participa dándole vida a “Noé Serrano”, un ex policía que podría esconder un gran secreto.
El actor que cuenta con 25 años de experiencia sobre las tablas teatrales charló con Infobae México y dio sus impresiones sobre la nueva forma de hacer telenovelas, un género muy importante en México, dado que ha sido por décadas el principal producto de exportación.
“En cuestión de historia, puedes contar cualquier historia, dentro del melodrama rosa, rosa o una historia más compleja, pero a fin de cuentas lo que sí ha cambiado es el tono. Creo que la gente ve tantas plataformas, tantas películas que obviamente ya no se traga una mala actuación, una sobreactuación o una actuación exagerada o falsa”.
“Todas tienen que tener en sus diversos tonos un tono muy verdadero y mucho más apegado a la realidad para que la gente lo disfrute y pueda seguir durante varios meses una historia y no se salgan de ella”, explicó el actor, quien recientemente terminó su participación en la telenovela Mujer de nadie, lo que significó su primera incursión en Televisa.
“Lo que ha cambiado es que los tonos tan exagerados y tan extra dramáticos son los que ya no jalan tanto, creo que a la gente ya le gusta más, por lo menos a mí me gusta más, una actuación más realista”
Y es que en tiempos recientes algunos melodramas de televisión abierta han mostrado una evolución y la apertura a tocar ciertos temas sociales, como la búsqueda de los hijos desaparecidos, en Corazón guerrero o la unión de parejas gay y la migración en busca de mejores oportunidades, como ocurrió en Amor dividido.
Estos temas que reflejan a una sociedad actual ha provocado comentarios como el de que las telenovelas deben tener una responsabilidad social, algo en lo que Plutarco Haza no está de acuerdo.
“Tanto como una responsabilidad no la tiene, lo que tiene que hacer una telenovela es divertir, hacer que te olvides de tus problemas y que tú puedas entrar a la vida de otros y te diviertas. Si dentro de todo eso puedes tocar ciertos temas de una buena manera y dejar algunas preguntas o algún mensaje, qué maravilla, hay quien lo puede hacer, pero realmente ponerles ese término de responsabilidad yo creo que no porque, por un lado nos metemos en terrenos que no nos competen.
“Por otro lado puedes caer también en lo horrible que es el que te quieran dar un mensaje, que ciertas películas o series o telenovelas, que de repente te quieren dar tanto una medicina, te quieren dar tanto un mensaje, que dejan de ser divertidas y se vuelven como si fueras a clase, o a la iglesia, lo importante de una telenovela es divertirte, y obviamente que toque temas actuales porque son los temas que le interesa al público. Para mí sería muy chocante que la televisión se volviera educativa”.
Además de haber encarnado al enigmático villano de Donde hubo fuego, Plutarco continúa ofreciendo funciones de teatro con su monólogo Voy a ser papá, ¡maldita sea! El actor sabe que con su labor está contando historias dirigidas a dos públicos distintos, cada uno con sus peculiaridades.
“Son diferentes públicos, algunos coinciden pero el público de teatro es muy particular, sobre todo frente a la telenovela, que también tiene sus peculiaridades, no parten de lo mismo. Incluso el público de plataformas es distinto, algunos coincidirán, pero en particular el público de Televisa es muy especializado en novelas, en La rosa de Guadalupe y ese tipo de proyectos, muy diferentes a la gente que va al teatro o la que ve las series”.
Aunque la manera de construir a sus personajes de teatro es igual que en el cine o televisión, Haza destaca que en una función en vivo “él es su propia cámara”:
“La cámara te toma hasta el más mínimo detalle y en el teatro tú eres tu propia cámara, tú tienes que llegar hasta la última butaca, y entre la primera y la última tienen que vivir la experiencia, y eso depende mucho del actor. Esa es la principal diferencia, pero en cuestión de tono o de construcción de personaje son prácticamente lo mismo”.
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