Para Plutarco Haza ha sido un año de contar a diferentes públicos, los del teatro, la televisión abierta y las plataformas de streaming, distintas historias con personajes desafiantes, como “Rafael López Montes”, el villano asesino de Mujer de nadie, la recién finalizada telenovela estelarizada por Livia Brito y Marcus Ornellas.
Sobre este proyecto y otros que tienen al actor “muy contento y afortunado” platicó con Infobae México y reflexionó sobre el papel de las telenovelas frente a una audiencia cada vez más “bombardeada” por una oferta infinita de posibilidades.
“Me siento muy afortunado, muy contento con la reacción del público. Yo no había estado en Televisa y poder entrar con un papel en horario estelar me pone muy contento. Justo terminó y empezó Donde hubo fuego, siento que este es un año padrísimo porque voy a estar muy presente en las casas de las personas”, contó el actor que prefiere a los personajes complejos llenos de contradicciones por encima de los “virtuosos”.
“Honestamente en telenovelas lo que más disfruto son los villanos porque los buenos tienen que hacerse tontos durante mucho tiempo para que la historia siga, tienen que ignorar muchas cosas, son un ser virtuoso y en cambio los antagonistas tienen más matices y son más divertidos”.
Y un villano misterioso es “Noe Serrano”, a quien Plutarco da vida en Donde hubo fuego, la serie-telenovela de producción mexicana creada por el director José Ignacio Valenzuela, que en su semana de estreno se posicionó como lo más visto en la plataforma de streaming, la cual se grabó con un alto estándar en producción y efectos especiales.
“Se grabó entre agosto y noviembre del año pasado, fue bien complicada, bien compleja porque a pesar de ser una melodrama, una telenovela, tenía que tener todos los valores de producción de las series de Netflix, y si hay un incendio tenía que ser como de película de Hollywood, se ve acción, tuvo muchas complejidades, pero se ve en el resultado, estamos en primer lugar de audiencia y eso realmente no me lo esperaba tan pronto”, contó respecto a la historia que dice “ser un homenaje a esos hombres y mujeres que arriesgan su vida” y se desarrolla a partir de una estación de bomberos en Ciudad de México.
Haza da vida a un policía retirado, sobre quien recae uno de los misterios de la trama, personaje con una dualidad que representó para el actor un reto doble para no desvelar los enigmas de la historia donde comparte créditos con Itatí Cantoral, Eduardo Capetillo y Polo Morín, que además representa una apuesta fuerte de la plataforma por revolucionar el género de la telenovela mexicana.
“Creé mi personaje con mucha investigación, con mucha imaginación también y lo difícil de este personaje es cómo hacer un thriller donde hay un psicópata suelto y no saber quién es, lo difícil de los sospechosos, los que actuábamos a los sospechosos, como en mi caso, lo difícil de poderlo esconder muy bien cuando había que esconderlo y poder engañar al público cuando había que engañarlo”.
“De repente hay ciertos capítulos donde mi personaje tiene que parecer la víctima, y había que actuarlo sin salirte de la lógica del personaje y había veces que tienes que actuar para que parezca que es el culpable y también tienes que hacerlo sin perder la lógica, esas eran las complejidades de este personaje y fue increíble poderlo hacer y ahora verlo en pantalla”, afirmó el histrión, quien reconoció la proyección y el impacto del género a nivel continental.
“Me siento muy contento de haber logrado este medio tono, que es un híbrido entre serie y telenovela, creo que cuando le pegas, llegas a un público gigantesco porque lo queramos o no, a la gente le gustan las telenovelas, por más que se vean una serie, El juego del calamar o alguna cosa así, siempre la gente regresa, en Latinoamérica sobre todo, a la telenovela”.
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