Durante su juventud, Silvia Pinal vivió varios romances con los artistas del momento y los magnates más poderosos, pero no todos resultaron en un final feliz. Arturo de Córdova fue uno de los actores con los que la Diva del cine no quería encariñarse porque sabía que él era casado; no obstante, cuando menos quería alejarse de él, Arturo decidió abandonarla y sólo dejarle una carta de despedida, haciendo sufrir a la histrionisa.
Uno de los romances que más atormentó a Silvia Pinal fue el que vivió con Arturo de Córdova, según ha revelado ella misma en su libro autobiográfico, pues cuando pensó que finalmente había conocido al amor de su vida, el actor decidió que era momento de permitirle vivir otras experiencias que se adaptaran a su edad.
Según ha recordado Pinal, desde la primera vez que se vieron, Arturo se comportó de forma negativa con ella, pues pensaba que era una joven que no aportaría nada al cine, pero aún así aceptó trabajar con ella en la cinta Un extraño en la escalera, pues él fue quien aceptó al elenco del filme.
Pese a que en un principio se mostró renuente a acercarse a Silvia Pinal, con el paso del tiempo y el hecho de que la actriz demostró que tenía un gran talento, De Córdova comenzó a aconsejarla y apoyarla en cada una de sus escenas, hasta que inició la amistad.
Fue con la película Amor en cuatro tiempos que finalmente se dieron cuenta de los sentimientos que tenían; sin embargo, al ser Arturo el primero en intentar dar el siguiente paso, ella lo rechazó porque sabía que él era casado.
Después de varias semanas de insistencia, el protagonista de La diosa arrodillada le mencionó a su compañera que estaba teniendo problemas con su esposa, que no se sentía comprendido y que, posiblemente, iniciarían su divorcio.
Esto convenció a Pinal de iniciar su romance secreto, viéndose a escondidas y reuniéndose públicamente sólo como buenos compañeros.
Su aventura no fue muy larga, pues mientras que ella acababa de firmar su divorcio, Arturo no se separaba de su esposa, lo que no le permitía a Silvia demostrar su amor públicamente y le molestaba; la única razón por la que ella quería seguir con él es porque verdaderamente lo vio como su alma gemela, el hombre con el que quería pasar el resto de su vida.
La última vez que trabajaron juntos significó el fin de su amor, pues a pesar de la buena relación que mantenían, Arturo dejó de hablar acerca de su matrimonio y los supuestos avances que tenía su divorcio, lo que representó una mala señal para ella.
Lamentablemente, Silvia no pudo ni despedirse de su amado debido a que él se fue, supuestamente sólo dejando una pequeña carta. En ésta, él le hacía saber que deseaba que la histrionisa disfrutara de su vida y sus futuros éxitos, que seguramente estaban por venir, pues pensaba que él no era el indicado para ella, principalmente por la diferencia de edad, ya que era 23 años mayor para ella.
Luego de que Arturo de Córdova dejó con el corazón roto a la protagonista de El Inocente, pensando que nunca llegaría a conocer al amor de su vida y que se quedaría soltera, llegó Emilio El Tigre Azcárraga, a quien también consideró como uno de sus más grandes amores por vivir un fuerte romance de cuatro años y estar a punto de llegar al altar, de no ser por la familia del magnate.
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