Linda Evangelista es una de las modelos más reconocidas en las últimas generaciones a nivel internacional, sin embargo, durante los últimos años su nombre comenzó a resonar por razones no tan positivas. Y es que, tras someterse a varios procedimientos estéticos, la famosa de 57 años denunció que tuvo secuelas negativas que afectaron su imagen.
Fue así que, tras vivir duros periodos en su vida, volvió más fuerte que nunca a la portada de una de las revistas de moda más renombradas: Vogue.
Pero, debido a las huellas que le quedaron de aquel tratamiento de criolipólisis -enfriamiento de grasa para eliminarla- y que le dejó bultos en la barbilla, los muslos y el pecho- durante su reaparición, la famosa acotó que la maquillista tuvo que sujetarle con cintas adeshivas la cara para generar un efecto más estético de su rostro.
“Esa no es mi mandíbula y mi cuello en la vida real, y no puedo caminar con cinta adhesiva y elásticos en todas partes”, señaló Evangelista para Vogue.
Asimismo, ahondó que, aunque el motivo de la sesión de fotos y aparecer en esta portada era un acto por demostrar que se ama tal cual es, apuntó que hay ocasiones en las que fantasear un poco y dejarse ir también es válido.
“Mira, para las fotos siempre pienso que estamos aquí para crear fantasías. Estamos creando sueños. Creo que está permitido. Además, todas mis inseguridades se resuelven en estas imágenes, así que tengo que hacer lo que amo hacer”, aclaró.
En las fotografías se puede ver a la modelo siempre de frente y su cuerpo está casi cubierto en su totalidad. A esto, Evangelista apuntó que se debía a que continuaba luchando con sus inseguridades.
“No me vas a ver en traje de baño, eso seguro. Va a ser difícil encontrar trabajo con cosas que sobresalgan de mí; sin retocar, apretar cosas, pegar cosas, comprimir o engañar…”, dijo.
Cómo ha vivido Linda Evangelista en tras su tratamiento
De acuerdo con su más reciente entrevista con Vogue, después de que se sometió a los procedimientos fallidos Linda intentó corregir la situación con dos liposucciones, pero no tuvo el éxito esperado.
“Tengo incisiones por todo el cuerpo. Tuve puntos de sutura, usé prendas de compresión debajo de la barbilla, tuve todo el cuerpo ceñido durante ocho semanas, nada ayudó”, dijo.
En este sentido, la modelo ahondó en que estaba tan avergonzada de su situación y de que gastó tanto dinero en vano, que comenzó a desarrollar un trastorno de conducta alimentaria.
“Estaba tan avergonzada, acababa de gastar todo este dinero y la única forma que se me ocurrió de solucionarlo era cero calorías, así que solo bebí agua. O a veces comía una rama de apio o una manzana. Estaba perdiendo la cabeza”, dijo.
Cabe recordar que hace unos meses, Evangelista realizó una sesión fotográfica para People y ahí habló un poco de los difíciles momentos que ha vivido.
En la plática, la top model de los años 90 narró que en 2016 recibió su diagnóstico, el cual fue hiperplasia adiposa paradójica, PAH en sus siglas en inglés, que provoca que el área tratada se vuelva más grande en las semanas posteriores al procedimiento y deje una “masa indolora, visiblemente agrandada, firme y bien delimitada” bajo la piel.
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