Durante los últimos meses de su vida, Elvis Presley sufrió mucho dolor físico. El “Rey del Rock” se había divorciado de su esposa Priscilla Presley en 1973 y se volvió adicto a los medicamentos para sobrellevar su vida, todo mientras mantenía una agenda agotadora. Recurrió a la comida en busca de consuelo y llegó a pesar 130 kilos. El 16 de agosto de 1977, hace 45 años, fue encontrado sin vida en el baño de Graceland, la mansión que tenía en Memphis, con la cabeza sumergida en un charco de vómito. Tenía 42 años.
“Es difícil para nosotros imaginar que sufría dolor físico porque parecía tan perfecto por fuera”, afirmó Sally A. Hoedel , autora del libro titulado “Elvis: Destined to Die Young” (2020), que explora el historial de salud del ícono de la música y lo que contribuyó a su muerte prematura. “Esos problemas de salud se volvieron más difíciles para él por estar de gira en los últimos años”, opinó la escritora en declaraciones a la cadena Fox News.
El 16 de agosto de 1977, el intérprete de temas como “Can’t help fall in love” y “Jailhouse rock” fue encontrado inconsciente por su novia Ginger Alden. Lo llevaron de urgencia al hospital, donde lo declararon muerto. La autopsia determinó que falleció de un ataque al corazón. Informes posteriores, sin embargo, pusieron el foco en el abuso de sustancias.
Para “Elvis: Destined to Die Young”, Hoedel habló con numerosas amigos de Presley.
En el libro, Hoedel describió cómo Presley confiaba en la corista Kathy Westmoreland, quien le dijo que sus “ojos eran una fuente constante de dolor junto con otras dolencias”. Él le preguntaba: “¿Me frotarías las piernas? Me están matando”. El médico de Presley, George Nichopoulos, o “Dr. Nick”, dijo que Elvis “sufría de dolor crónico por problemas degenerativos en la espalda y el cuello como resultado de una artritis severa”.
“Elvis sabía que había algo terriblemente mal en su cuerpo”, dijo Larry Geller, estilista del artista.
Hodel afirmó que Presley continuó usando medicamentos no solo para aliviar los dolores crónicos sino también para poder continuar con una gira agotadora.
“Elvis era un individuo fuerte”, reflexionó su hermanastro Billy Stanley. “Él creía que podía superar todos sus problemas por sí mismo. Una vez me dijo: ‘Nunca escuchas a Superman pidiendo ayuda’”.
“En 1956 se desconocía que estas píldoras podían volverse adictivas. Y en los años 70 sufría de insomnio. Tomaba cosas como Valium para lograr dormir. Su médico trató en un momento de ver si podía dormir sin nada. Creo que estuvo despierto durante tres días. Finalmente tuvieron que darle medicamentos para que pudiera dormir”, explicó Hodel.
Sin embargo, a medida que el cuerpo de Presley se desmoronaba, Hoedel dijo que su determinación de salir de gira se mantuvo.
“Elvis tenía una ética de trabajo increíble”, explicó. “Cuando tocó en Las Vegas, tocó dos shows al día durante 30 días, eso es 60 shows. Pero su sistema inmunológico no estaba combatiendo las infecciones como debería. A menudo tenía fiebre y síntomas de tipo gripal”.
En el año en que murió Presley, tenía una cuarta gira programada para el 20 de mayo. Hoedel afirmó que quienes conocían a Presley estaban preocupados por la angustia física y el estrés que estaba soportando para cumplir con sus compromisos.
El libro alega que durante el segundo show de esa cuarta gira, a Presley, quien estaba semiconsciente, le sumergieron la cabeza en un balde de agua helada. Su manager, el coronel Tom Parker, supuestamente gritó: “¡Lo único importante es que él está en ese escenario esta noche!”
Hoedel dijo que Presley estaba “preocupado” por el deterioro de su salud.
“En los últimos años de su vida, era muy consciente de lo enfermo que estaba”, dijo. “Y no fue honesto con todos sobre eso. También estaba rodeado de muchas personas que le decían ‘sí’. Y él era el jefe. Nadie iba a cuestionarlo. También trabajó muy duro para ocultarlo. Solo fue honesto con algunas personas al respecto”.
Hoedel relató que Elvis se negó a cancelar sus presentaciones pese a tener conocimiento de que su cuerpo ya no daba más. “‘No puedo. Todos confían en mí'. Tenía una obligación tan grande como proveedor. Sacó a toda su familia de pobreza. Eso siempre se quedó con él. Sintió la presión. Entonces, cuando estaba enfermo, no se detuvo como debería haberlo hecho. Simplemente tomó más medicamentos para seguir adelante”.
La quinta gira del año, compuesta por 10 ciudades, 10 espectáculos en 10 días, comenzó el 17 de junio y finalizó el 26 de junio. En su último concierto, que tuvo lugar en Indiana, Presley confesó: “Me duele mucho el cuerpo, pero pase lo que pase esta noche voy a salir y dar todo lo que tengo... pase lo que pase”.
Westmoreland dijo que estaba horrorizada al escuchar que incluso en su condición, Presley ya se estaba preparando para otra gira. Supuestamente le dijo: “No puedo bebé, no puedo parar ahora. El Coronel debe mucho dinero en deudas de juego y algunos de los muchachos estarán en mala situación financiera si no sigo trabajando. Ellos tienen familias que cuidar”.
El día que murió Presley, el coronel Parker ya estaba planeando el inicio de su próxima gira.
Su padre, Vernon Presley, intentó revivirlo y le rogó a su hijo que no lo dejara. Más tarde fue declarado muerto en el Hospital Baptist Memorial. Más de 80.000 personas participaron en la procesión hacia el cementerio de Forest Hill, donde Presley fue enterrado al lado de su madre.
“La historia de Elvis se cuenta desde hace mucho tiempo como una de autodestrucción”, dijo Hoedel. “Lo veo como una historia de supervivencia. Tuvo que sobrevivir a la pobreza extrema, y luego tuvo que sobrevivir a la fama extrema. Logró el sueño americano, pero también era humano. Tenía debilidades”.
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