Andrés García continúa en lo dicho. Para el veterano actor sus días con vida están contados, pues asegura que las afecciones que lo mantienen vulnerable serán las causantes de su futuro deceso. El histrión de 81 años fue entrevistado por Gustavo Adolfo Infante, quien viajó a la casa de Acapulco del protagonista de Pedro Navaja.
García dijo “la neta” sobre su estado de salud y el panorama no es muy alentador para él: “Siempre he sido echado para adelante, pero la verdad que ahorita ya, hablando la neta, yo creo que me voy rápido, porque ya son muchos meses de mucha diarrea, que te va debilitando, y cada vez comes poquito para no provocar la defecación. Y coma lo que coma, ahí vas a los diez minutos al baño. Estoy pensando que ésta es la buena, ya me va a tocar irme rápido”, contó con aire serio el polémico actor.
Sobre dejar un testimonio de sus últimos años de vida, el nacido en República Dominicana expresó que ya existen los planes para lanzar una segunda parte de su biografía.
“Yo hablo con Dios, pero no profeso ninguna religión, ni la judía, ni la hebrea, ni la católica, ninguna. Es una conversación que de vez en cuándo me echo con el patrón. En mi libro El consentido de Dios narro algo de esto, y ahora quieren hacer la continuación del libro. Sería el momento ideal para empezar a escribir algo, porque el libro se terminó hace 30 años”, platicó.
Sobre la situación con sus hijos, con quienes se ha mantenido distanciado, el actor reconoce que su relación “está peor” y como ejemplo contó un reciente encuentro con su hijo Leonardo García, quien lo visitó en días pasados.
“(Mi relación) está peor, no funciona, no sé si está bien que yo lo cuente, pero como anécdota tratando de darle un tono jocoso: llega Leonardo con una muchacha, muy guapa por cierto, de visita y se queda dos o tres días, pero yo no tenía más que a la señora que me cocina, me limpia mi cuarto, no le da para más, lo demás son 12 suites”, comenzó a relatar.
“Ahí se quedó y entonces la ultima noche que quería quedarse, agarro y veo y se va, pero temprano, en la mañana, le digo ‘Oye, ¿ya te vas?’, ‘Sí, ya me voy, papá’. Ya se iba, yo no sé si se pensaba despedir o no, y yo ‘No veo que estés arreglando el cuarto que usaste, yo tengo una señora nomás, no da para todo’, (y me contesta) ‘¿Y qué quieres que yo haga?’, así me contestó, ‘pues irte a ching*r a tu madre’, no me quedó de otra”, narró.
Pero sus hijos no son los únicos con quienes el actor de El privilegio de amar no ha limado asperezas, pues sigue firme en su intención de enfrentarse en un “duelo de balazos” en contra de Roberto Palazuelos.
“¿Quién es Palazuelos? No sé quién es. (Lo quería) y mira cómo pagó, a mí no me gusta hablar de nadie si no está presente para decírselo en su jeta, como hace él. El día que llamó al hijo de Margarita (su esposa) para decirle que me iba a hacer, que me iba a deshacer, que me iba a destruir, no se lo dijo a los medios, no me lo dijo a mí, amenazando a la familia, eso es no tener huevos”, contó visiblemente enojado.
“Cuando quieras, ya te lo dije una vez, Palazuelos, y tú te rajaste, nos partimos la madre en la plaza del Carmenere y saliste con la mariconería de decirle a los periodistas ‘si no estamos en la época de los duelos del oeste’, pues yo la puedo revivir, o te defiendes o te meto un p*nche balazo”, remató el actor.
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