Rachel McAdams es una talentosa actriz cuya última película, “Doctor Strange en el Multiverso de la locura”, hizo que la atención se volcara nuevamente sobre ella. Siempre será recordada por sus papeles como la chica popular Regina George en “Mean Girls”, y, por supuesto, como la dulce Allie en “Diario de una pasión”. Pero además de esas dos icónicas películas, también ha participado en populares producciones como “Wedding Crashers”, “Sherlock Holmes” y “Cuestión de tiempo”, entre muchas otras.
A lo largo de su carrera, la actriz nacida en Ontario, Canadá, ha demostrado un carisma único y una hábil versatilidad para jugar en distintos géneros, razones por las que se ha ganado un merecido un lugar en Hollywood. Su pasión por la actuación se despertó cuando ganaba campeonatos regionales como patinadora. La presión que sufría antes del salir al hielo la hicieron abandonar los patines y dedicar todo su tiempo a la actuación.
Fue en 2004 cuando saltó a la fama y se ganó el cariño de toda una generación de adolescentes por su actuación en la comedia “Mean Girls”, desplazando del protagonismo a Lindsay Lohan, chica Disney y estrella de la película que, si bien no fue olvidada por completo, muchas veces ni siquiera se recuerda el nombre de su personaje.
Como explicó al diario The New York Times en un artículo en 2018, a McAdams le gusta “mantener las cosas impredecibles en una industria que solo puede imaginarte como el último personaje que interpretaste”. Como resultado, ha sido capaz de desafiar el encasillamiento, saltando sin problemas entre géneros. Fuera de la pantalla y de los set de rodaje, la estrella de cine ha prestado su voz al mundo de la narración de audiolibros.
Su vida antes de ser famosa
Rachel McAdams ha formado parte de numerosos éxitos como “Mean Girls”, “The Notebook” o “Medianoche en París”. Además, estuvo nominada al Oscar como mejor actriz de reparto en 2015 por su papel en “Spotlight”. Mientras disfrutaba del éxito de “Doctor Strange en el Multiverso de la locura”, la actriz canadiense reveló un dato desconocido sobre su vida antes de convertirse en una estrella de Hollywood.
Para empezar, el camino de Rachel a la fama en el cine no fue nada sencillo, ya que de pequeña no imaginó ser actriz sino patinadora artística sobre hielo. Entrenó para convertirse en la mejor desde los cuatro años hasta los 18. Cuando tenía siete años, vio a un grupo de niños en una obra de teatro en la escuela, algo que llamó rápidamente su atención. “Le dije a mi mamá que yo tenía que estar ahí o iba a morir”, declaró en una ocasión al diario New York Times. Pocos años después, en 2004, llegaría el papel que le daría entrada a la cultura pop: Regina George en “Mean Girls”.
Son muchos los actores que han tenido que trabajar de cualquier cosa mientras dedicaban largas horas de su vida entre casting y casting tratando de conseguir una oportunidad. Ese fue el caso de Rachel, quien en una entrevista con la revista Glamour contó que trabajó en un McDonald’s cuando tenía 16 años y vivía en Canadá. En ese momento, estaba dirigiendo un teatro para chicos y la plata no le alcanzaba, así que fue su plan b para poder pagar todas sus cuentas.
“Trabajé en McDonald’s durante unos buenos tres años. Mi hermana y mi hermano también trabajaban allí ¡Ella era mi manager!”, contó la actriz, que estaba a cargo de tomar órdenes. “No era una gran empleada. Una vez rompí la máquina de jugo de naranja”, admitió entre risas. Su desempeño no era nada bueno y encima descubrió que tenía un hábito que perjudicaba el resto de sus compañeros de trabajo. “Era un gran lugar para trabajar, pero tenía un TOC (trastorno obsesivo compulsivo) con el lavado de manos”.
La actriz terminó renunciado y se le abrió el camino en la actuación.
Odio, amor y amistad con Ryan Gosling
El director Nick Cassavetes tenía un presupuesto de USD 30 millones para filmar “The Notebook” (”Diario de una pasión”), película basada en la novela de Nicholas Sparks. En sus manos tenía la tarea de contar una bella historia de amor y para protagonizarla contrató a Ryan Gosling y Rachel McAdams. En el set se encontró con un gran problema que hizo imposible el rodaje: los actores que había elegido para enamorar al público se detestaban.
Al igual que Allie y Noah, Gosling y McAdams comenzaron con el pie izquierdo. Los actores debían amarse, pero no se soportaban. En el rodaje se la pasaban discutiendo. Las cosas se pusieron tan tensas que el actor quería que McAdams fuera reemplazada y le pidió al director que, por favor, cambiara de actriz porque su compañera se le hacía insoportable.
La relación entre los actores no fluía. Un día debía ensayar una escena ante 150 personas. Se acercó hasta el director, sin disimular y en voz alta le pidió que sacara a la actriz.
En una entrevista, Cassavetes reconoció la mala relación entre ellos y recordó ese momento: “Realmente no se llevaban bien. Un día en el set Ryan vino a mí y me dijo: ‘Nick, ven aquí’. ‘¿Podrías sacarla de aquí y traer a otra actriz para leer fuera de cámara conmigo? ‘Le dije:’ ¿Qué? ‘Él dijo:’No puedo hacerlo con ella. Simplemente no obtengo nada positivo”.
La mala relación había llegado a un punto de no retorno. Cassavetes propuso una jugada que pudo costarle el trabajo a todos. Se encerró con ellos y un productor en una habitación y les dijo: “Rachel, Ryan, por favor, hablen”. Ryan y Rachel hicieron catarsis y se dijeron todo. Cuando salieron de la habitación, ambos se sintieron aliviados. La filmación se retomó. Los actores no se convirtieron en grandes amigos, pero al menos dejaron las diferencias de lado.
Finalmente la película se estrenó y fue todo un éxito.
Con el paso del tiempo, los actores terminaron enamorándose en la vida real. Dos años después del estreno de “The Notebook”, Gosling y McAdams se encontraron en Nueva York. Lejos del set, descubrieron que tenías más cosas en común de lo que pensaban. En 2005, en los MTV Awards, confirmaron su relación recreando el famoso beso de su película.
Gosling y McAdams estuvieron juntos durante cuatro años, hasta 2007. Poco después de romper en una entrevista con la revista GQ, el actor confesó que gracias a la película conoció “a uno de los grandes amores” de su vida y que su noviazgo fue incluso mejor que el de la película:”Mi historia de amor con Rachel fue mucho más romántica que eso”.
Fue unos años después, cuando comenzaba un romance con Eva Mendes, cuando hizo su declaración más cariñosa en referencia a Rachel McAdams. Entonces, Gosling dijo que no había conocido a nadie que pudiera superarla, ni a ella ni a Sandra Bullock, otra de sus famosas ex novias. “El negocio es el villano. Te quita toda la luz para que nada más pueda crecer”, confesó al diario The Times sobre el fracaso de ambas relaciones.
Rachel, por su parte, nunca hizo grandes declaraciones pero siempre dice que volvería a trabajar con su ex. Hoy, disfruta de un gran presente personal. En 2016 comenzó a salir con el guionista Jamie Linden. A los 40 fue mamá por primera vez. “La gente me dice que con la llegada de un hijo la vida ya no te pertenece. Pero yo estuve 39 años conmigo misma, estaba harta de mí, así que ahora estoy contenta de ocuparme de otra persona”, confesó feliz. Nunca reveló el nombre de su hijo. En 2020 fue madre por segunda vez.
Un casting traumático
Fue una de las tantas actrices acosadas en Hollywood y cuando explotó el movimiento #MeToo a raíz de los abusos cometidos por el productor Harvey Weinstein, se animó a denunciar el director y guionista James Toback, que fue señalado por otras 300 mujeres.
En una entrevista con Vanity Fair, la actriz dio a conocer su terrible y traumática experiencia con el cineasta, nominado a un Oscar por escribir la película “Bugsy” protagonizada por Warren Beatty. Todo sucedió en 2001 -tenía apenas 21 años-, cuando Toback quiso reunirse con Mcadams para una posible participación en “Harvard man”.
“Hice el casting y me dijo: ‘Creo que tienes mucho, mucho talento. De hecho, creo que encajas muy bien en esto, pero me gustaría trabajarlo un poco contigo y quizá ensayarlo algo más y ver si podemos hacerte llegar a donde necesitas’”, contó McAdams a la publicación. Esa misma noche, Toback la llamó por teléfono para pedirle que se reuniese con él en la habitación de un hotel. Sin sospechar nada, ella accedió y fue a la reunión.
Cuando llegó al lugar, la actriz encontró al director sentado en el suelo y le dijo: “Tengo que decírtelo. Me he masturbado innumerables veces hoy pensando en ti desde que nos conocimos en tu casting”. Después se fue al baño y cuando regresó le dijo: “Me acabo de masturbar en el baño pensando en ti. ¿Me enseñarías tu vello púbico?”.
McAdams no tardó ni dos minutos en escapar al ver la situación.
Al día siguiente, confundida con lo que había pasado, llamó a su agente, que acabó disculpándose porque no era la primera vez que pasaba. “Ahí es cuando me enfadé, porque sentí que me echaron a los leones sin que nadie me avisara de que él era un depredador sexual. Era algo que sabían que había hecho antes”, explicó, asegurando que fue muy afortunada al poder salir de la habitación sin que intentase atacarla físicamente.
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