Rosa de Castilla, una de las últimas estrellas de la Época de Oro del cine mexicano, falleció el pasado 1 de agosto. Es recordada por su exitosa carrera como actriz y cantante, pero tras algunos años de logros, tuvo que alejarse poco a poco de los reflectores debido a que una escándalo manchó su trayectoria y, además, porque ella ya no quería ser vista por su público.
María Victoria Ledesma, mejor conocida por su nombre artístico como Rosa de Castilla, inició su carrera desde muy joven, a los 14 años de edad, presentándose en diferentes centros nocturnos porque, según declaró en varias entrevista, creció con el sueño de convertirse en una gran cantante.
No pasó mucho tiempo para que Rosa lograra posicionarse como una de las niñas más exitosas en la industria musical al presentarse en la estación radiofónica XEX. Desde ahí, catapultó su fama, pues fue contratada por el cabaret Waikikí, donde cantó por varios años.
Según manifestó Ledesma en una entrevista para el Canal 4, fue ella quien decidió alargar su trayectoria como cantante por varios años, hasta que finalmente aceptó probar suerte en la actuación, motivo por el que tuvo que dejar de lado por un tiempo el canto.
Fue el cineasta Raúl de Anda, uno de los más importantes de la Época de Oro, quien impulsó su carrera como actriz en sus primeros años, pero gracias al buen recibimiento que tuvo del público, logró firmar un contrato por cinco años con una casa productora.
Algunos de sus cintas más reconocidas son Los tres alegres compadres, con Jorge Negrete, Pedro Armendáriz y Rebeca Iturbide; Aquí están los Aguilares, con Luis Aguilar y Antonio Aguilar; Tal para cual, con Luis Aguilar y Jorge Negrete, por la que fue nominada en los Premios Ariel a Mejor Actriz de Cuadro.
A la joven edad de 24 años, la jalisciense ya había alcanzado la fama que siempre había soñado y podía desenvolverse como cantante en casi cualquier parte del mundo, pues con sus giras logró el reconocimiento internacional. Uno de sus más grandes orgullos, según comentó, fue haberse presentado con éxito en Israel.
No obstante, fue a finales de los años 60 cuando su carrera comenzó a tener problemas debido a que intentó hacer un show sin precedentes, acompañada por el Mariachi Vargas de Tecalitlán; no obstante, su espectáculo no habría sido del agrado de la esposa del entonces presidente, María Esther Zuno.
Y es que, ya que Rosa estaba decidida que su carrera como actriz fuera aún más relevante, habría propuesto que en su show se presentaría con poca ropa, posiblemente con una falda folclórica mexicana y sin blusa, lo que fue un gran escándalo y causó que la esposa de Luis Echeverría decidiera cerrar el lugar en donde se presentaría la cantante, con el argumento de que no quería que se denigrara de esa forma a la vestimenta mexicana.
Pese a que María Victoria hizo lo posible para que esto no afectara en su carrera, llevó a cerrarle varias puertas, tanto en la música como en el cine. A partir de entonces sus presentaciones y participación en películas fue disminuyendo.
Durante la entrevista presentada por el Canal 4, la intérprete de El Herradero reveló que otro de los motivos que la alejó de los escenarios fue que no quería faltarle al respeto a su público por no lucir joven.
“Al público le gusta más ver a una muchacha joven, enseñando lo que Dios le dio, enseñando las curvas que tiene y no a una viejita como yo, cantando, por eso no quiero cantar. A mí me da pena ver a mis compañeras ya de edad, que pobrecitas, unas hasta bastón traen para subirse a un escenario y se ponen a cantar, yo no podría hacerlo, ¿por qué? Porque creo que el público se merece muchísimo respeto”
El lunes 1 de agosto se dio a conocer que Rosa falleció en La Casa del Actor a los 90 años. Las causas no fueron informadas.
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