Las joyas de María Félix fueron una extensión más de su marca personal, pues son uno de los elementos diferenciadores que hicieron a la gran diva de México una de las celebridades más grandes de todos los tiempos. Eso lo saben muy bien los famosos de Hollywood que durante su vida, e incluso después de su muerte, han buscado la manera de relacionarse con ella, incluso al usar una de sus prendas y joyería, como fue el caso de Meryl Streep, a quien se le vio luciendo una muy conocida e icónica.
La Doña, como popularmente la llamaban sus miles de fans, filmó películas en Argentina, España, Italia y Francia, por lo que su belleza singular no solo fue conocida en México, siendo este el motivo por el que más de un galán intentó conquistar su corazón por medio del método tradicional, que aparentemente era muy bien acogido por ella: recibir costosos diamantes o piezas de joyería únicos en el mundo diseñados por afamadas firmas mundiales que fueran tan exclusivas que otras celebridades también envidiaran.
Y no sólo fueron sus pretendientes los que empezaron a llenar su amplio armario de importantes y costosas piezas de arte en oro, sino también las reconocidas boutiques que no dudaron en, como ahora se nombraría, colaborar con María Bonita -como también se le conocía por uno de sus papeles más populares en la Época de Cine de Oro mexicano- siendo la musa de marcas de la talla de Cartier y Harry Winston, por mencionar algunas.
Por este motivo sus peculiares joyas fueron tan trascendentales que aún después de su muerte, el morbo por obtenerlas, saber de ellas o incluso ver las actualizaciones de costos de cada una de ellas se manteniene en el interés del público. Lo que hace que otras grandes celebridades, como Streep, entre las más aclamadas en la historia del cine de Hollywood actual, tomara prestada una viral pieza para asistir a los Oscar y después de ello no se le volviera a ver a nadie más hasta la fecha.
El camino de Meryl Streep a la joya del escarabajo
En el año 2006 uno de los proyectos del séptimo arte inspirados en la industria de la moda se convertiría en un referente cultural para la comunidad LGBT+ y el mundo entero: The Devil Wears Prada (en Hispanoamérica, El diablo viste a la moda). Con ella no solo veríamos a Anne Hathaway triunfar como Andrea Sachs, Emily Blunt formar parte de divertidos memes siendo Emily Charlton o incluso Stanley Tucci consagrarse como Nigel, pues en dicha cinta Meryl Streep comprobaría ser uno de los camaleones más grandes de la pantalla grande.
Del género comedia dramática y dirigida por David Frankel, El diablo viste a la moda se convirtió para la actriz en la oportunidad de oro para inmortalizar a la icónica Miranda Priestly quien -para quien extrañamente no lo recuerde- “es la editora de la revista Runway, respetada por su personal, más aún temida, y un referente para muchos en el mundo de la moda, ya que su influencia es lo suficientemente potente como para rehacer una sesión de fotos de 300.000 dólares con impunidad y llevar a un diseñador a rediseñar una colección completa con sólo fruncir los labios. Sin embargo, adora a sus consentidas hijas gemelas”, se puede leer en la descripción oficial de su personaje en 20th Century Fox.
Este, para muchos críticos de moda y amantes de la vida de María Félix fue el argumento principal para que la histrionisa decidiera acudir a su nominación a “Mejor Actriz” en los Oscar 2007 con algo sumamente especial, pues desfiló con un outfit de una importante marca, pero sería la peculiar joya del escarabajo el verdadero protagonista de su look.
Los Oscar 2007 y la última vez que se vio públicamente la pieza
El Premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas sabía el impacto que Meryl Streep y El diablo viste a la moda habían tenido en el mundo. Por ello todos los reflectores estuvieron dirigidos en todo momento a la reconocida actriz, pero más de uno se percató que el reconocido accesorio que robaba todo tipo de protagonismo en los demás elementos de su vestuario se trataba de nadas más y nada menos que la joya del escarabajo que años atrás había portado María Félix con una gracia singular que de inmediato se asociaba la pieza con su nombre en todo el mundo.
Las primeras planas de algunos de los diarios más importantes del mundo no dudaron en hacer más de una mención especial a la impactante joya que portó la actriz, pues a pesar de que el tema central fue que perdió la nominación contra Helen Mirren por su papel en La Reina, el público estaba fascinado de que hubiera utilizado un accesorio tan asociado a María Bonita y la cultura mexicana.
Esta sería la última vez que el público podría ver de esa manera la joya. El collar Escarabajo se dice que está hecho de oro de 18 quilates, calcedonia, coral, ónix y diamantes. Originalmente, el collar perteneció a La Doña, pero en 1996 fue subastado en Ginebra, Suiza. El mundo vio su paso en la alfombra roja de los Oscar con Streep, pero en el año 2010 formó parte del lote “Always in Style: 150 years or Artistic Jewels” en Sotheby´s New York. Desde entonces todo en torno a la joya es un misterio.
María Félix: “Al público le gusta verme con las cosas que yo traigo de París”
México y todos los países que conquistó con su talento, belleza y simpatía con el público fueron testigos del amor que la diva del Cine de Oro tenía por lo valioso. Por ejemplo, en una entrevista que Jacobo Zabludovsky -importante comunicador mexicano del siglo XX- le hizo a La Doña le mencionó que tenía una obsesión con el dinero.
“Sus caballos corriendo en París, su oído cubierto de esmeraldas. Tantas alhajas es una manifestación…”, pero no lo dejó terminar La actriz ya que ella respondió que “es el respeto que yo le tengo al público”.
“Al público le gusta verme con las cosas que yo traigo de París, que venga arreglada ¿Cómo quiere que ande? ¿Huarachuda? Me pongo lo mejor que puedo”, respondió la diva del cine al periodista.
Por ello, la actriz de grandes producciones como El peñón de las Ánimas (1943), Que Dios me perdone (1948) y Tizoc: amor indio (1957) siempre destacaba su imagen con joyas que lucía, pero no cualquiera ya que sus marcas predilectas eran Cartier y Harry Winston. Algunas de estas fueron obsequios de sus enamorados como Agustín Lara, Jorge Negrete e incluso el Rey Faruk de Egipto.
En EEUU todas quieren ser Marilyn Monroe, pero en el mundo todas quieren ser María Félix
Aunque en la actualidad todos aquellos estereotipos relacionados a la mujer parecen ser cada día más algo del pasado, existen algunos detalles que han perdurado gracias a la conexión que han tenido “con la gente de carne y hueso”. Por ello, si bien todos siguen admirando las grandes joyas de María Bonita, ya muchos no concuerdan con que sean una muestra de amor, poder o incluso una manera de pactar una relación.
Aunque por otro lado, la labor que hizo María Félix por el respeto a la autonomía de la mujer, derechos laborales y por un salario equitativo sin discriminaciones por razón género, son ideales que podrían ser considerados como los “primeros intentos del feminismo”, ha hecho que a 24 años de su muerte, La Doña siga siendo uno de los máximos referentes culturales en México, Latinoamérica y todo el mundo, sin pedirle ni deberle a otras celebridades de la talla de Marilyn Monroe.
SEGUIR LEYENDO: