El actor mexicano Carlos Bonavides obtuvo el papel de Huicho Domínguez en la telenovela noventera El premio mayor, un personaje que lo catapultó a la fama pero también lo llevo a hundirse en los excesos.
La novela era un melodrama con toques humorísticos y él interpretaba el personaje de un excéntrico millonario, lo que fue un parteaguas para que el actor tuviera experiencias muy oscuras en su vida.
Y es que definitivamente Huicho Domínguez fue una interpretación muy querida por los mexicanos debido a su divertida personalidad.
La historia de cómo Bonavides llegó a obtener el protagónico quizá no muchos la conocen, pero tuvo el papel de una manera muy orgánica y de hecho, su personaje iba a morir en los primeros capítulos.
Por su parte, el productor Emilio Larrosa se dio cuenta del potencial de Carlos y le gustó tanto su interpretación que decidió llevar la historia completa.
La fama en esa telenovela lo hizo conseguir varios proyectos y fue tanto el peso que cargaba en sus hombros que confesó irse a Garibaldi a tomar sin parar.
“Me iba yo vestido de Huicho Domínguez a Garibaldi a tomar de mesa en mesa. Gané muchísimo dinero, me compré una casa en Cancún, dos motos acuáticas, un pequeño yate. Todo me gasté”, dijo en una transmisión del programa Hoy.
En una entrevista con Talina Fernández, confirmó que estuvo metido en el mundo de las drogas, como la heroína y la cocaína debido a que no soportó el peso de la fama.
“Cuando me hice famoso como Huicho, ese ladrillo me volvió loco, me transformó (...) Sufrí mucho, pero afortunadamente encontré el amor y me di cuenta del amor que me había dado mi madre siempre”, contó para el programa Sale el Sol.
Uno de los momentos más fuertes que el actor tuvo que vivir fue cuando nació su hijo Tadeo, quien ahora tiene 12 años, pues su esposa trató de hacerlo recapacitar respecto a sus excesos.
“Donde he llorado más es cuando mi hijo nació. Cuando iba a nacer mi mujer me dijo: ‘¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a pedir limosna, andar en la calle o te vas a levantar como un hombre?’”.
Tras esa fama desmedida y tanto amor del público que no supo manejar, dijo que entró en una etapa donde ya había probado de todo, como opio, piedra y marihuana.
“Yo probé hasta lodo creo, lo que me daban, heroína, cocaína. En alguna ocasión fumé opio, piedra, marihuana, lo que me daban. Terminé tomando alcohol del 96 y lociones”, declaró para Imagen en 2019.
Sus excesos también le trajeron otro tipo de consecuencias, como perder trabajos y amistades, pero lo más desafortunado han sido los problemas de salud que le trajo ese estilo de vida.
Debido a sus problemas de alcoholismo, en 2018 fue diagnosticado con cáncer de riñón y tuvieron que retirarle el órgano por medio de una operación.
Asimismo, eso lo llevó a tener delirios, tal como una ocasión en la que pensó que estaba en un hotel de lujo, con una cama llena de dinero y en realidad se encontraba en un cuarto en la colonia Guerrero, una anécdota que contó en el podcast de Gusgri.
Actualmente, el actor se encuentra hospitalizado y en observación debido a una bacteria, además de que al contar con un solo riñón, su estado de salud podría complicarse. La esposa de Carlos, Yordi Marcos, apuntó que el señor llegó con un cuadro de deshidratación, sin embargo, tiene la atención médica necesaria.
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