Alejandro Lora, popularmente conocido a lo largo y ancho del continente como Alex, acumulaba más de una década rolando por todo México con su rock blues, acompañado en primera instancia por los miembros de Three Souls In My Mind y después por su todavía insistente Tri cuando sorprendió con una canción influenciada por un extraño espíritu norteño.
Y es que el rocanrol mexicano se ha caracterizado en diversas etapas por tratar el tema de las drogas sin tapujos ni censura, pero en pocas ocasiones se puede identificar a los músicos como juglares de las ostentosas vidas de los capos encargados de contrabandear las mismas, mucho menos de sus aventuras amorosas.
Sin embargo, Alex Lora, acompañado por Sergio Mancera, Arturo Labastida, Rubén Soriano y Mariano Soto grabaron una especie de narcocorrido escondido entre blues y la psicodelia sesentera. Con el título “Sara”, la octava canción del disco Otra Tocada Más de 1988 deslumbró por su contenido.
En las letras, el explosivo rockstar de origen poblano y criado en el entonces Distrito Federal junto al cantautor Lalo Chico, uno de los más longevos guitarristas de la banda. Los protagonistas del narco romance: Rafael Caro Quintero, líder del Cártel de Guadalajara y Sara Cosió Vidaurri Martínez, hija del ex secretario de educación jalisciense Octavio César Cosío. La más polémica pareja en la década de los ochenta.
Sara, gritaba Caro Quintero. Ay, Sara, como te quiero. Aunque tu familia no lo quiera creer, diles a todos que mi amor por ti es sincero. Aunque ahorita esté hasta atrás, ahora que salga, nos fumamos un kilo entero
La historia de Rafael Caro Quintero y Sara Cosío
El primer párrafo en la voz ronca de Alex, y entre clásicas pisadas rocanroleras no es para menos. Él, uno de los grandes capos del narcotráfico, buscado por las autoridades mexicanas hasta el cansancio y ella, hija de un político importante, heredera de una gran fortuna.
Ambos frecuentaban los más exclusivos centros nocturnos en la Perla de Occidente, los restaurantes más caros de la ciudad de Guadalajara. Entre ellos el Lido de otro capo, Ernesto Fonseca Carrillo, alias El Neto, de acuerdo con el autor Jesús Esquivel en su libro La CIA, Camarena y Caro Quintero: La historia secreta.
La relación prosperó luego de varios intentos, acercamientos, pláticas y veladas, pero claro, no fue aprobado por la familia de Cosío, quienes incluso rechazaron costosos regalos que pretendían comprar su cariño por el narcotraficante.
Nos fuimos de pinta, lejos del país. Nos cayó la tira y nos trajo acá otra vez (...) Aunque hice un hoyo pa’ poder salir, llegó la tira y me tapó el agujero. Sara, Sara, Sara ra ra ra...
Así continúa Alejandro Lora entre un potente saxofón en constante guerra de talentos con los solos de guitarra y las intervenciones de la armónica, aunado a los coros de Chela Lora, una figura entonces no tan mediática para la banda, pero que a la postre se convertiría en manager, y corista oficial.
La caída de Caro Quintero, arrestado en Costa Rica
La referencia remonta hasta 1985, cuando la División Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) vivió el asesinato de un agente encubierto en México, Enrique Camarena, por el que culparon a Caro Quintero y emprendieron una dura cacería en su contra.
El narcotraficante y Sara Cosío huyeron en un jet privado con rumbo a San Rafael de Ojo de Agua en Alajuela, Costa Rica, donde se refugiaron en la lujosa Quinta La California. Dicha aventura de aparente amor fue denunciada ante las autoridades mexicanas como un posible secuestro del capo.
Quintero nunca esperó que fuese este el principio del fin. Gracias a la intervención de los teléfonos de la familia de Sara pudieron dar muy pronto con la ubicación de la pareja, quienes fueron arrestados y puestos a disposición de las autoridades.
El ritmo de pronto se vuelve potente, los coros de a poco se convierten en estruendosos alaridos, y la guitarra, tras un violentísimo riff distorsionado corta de tajo el ruidero. La pareja, hasta donde se sabe, no volvió a estar junta.
Recapturaron a Rafael Caro Quintero en Sinaloa
Sara Cosío se alejó varios años de la vida pública luego del escandaloso romance que condujo a la caída del Narco de Narcos, quien recientemente fue recapturado a 9 años de su liberación, pues contaba con dos órdenes de aprehensión por la Fiscalía General de la República (FGR), así como una orden de extradición a EEUU.
Su relevancia era tal en el panorama del narcotráfico en México que desde los Estados Unidos ofrecieron una recompensa de hasta USD 20 millones por información que llevara a su captura, y lo etiquetaron como uno de los 10 hombres más buscados por el FBI.
El famoso capo fue aprehendido durante un operativo de la Secretaría de Marina (Semar) en la localidad de Choix, Sinaloa, tierra dominada todavía por su antiguo amigo Joaquín El Chapo Guzmán, ubicada en el famoso Triángulo Dorado.
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