Marilyn Monroe visitó en varias ocasiones México, pero ninguna se compara con la última vez que la estrella de Hollywood quiso pasar unos días en tierras aztecas sin ser vista por la prensa y terminó en medio de una fiesta organizada por Emilio El Indio Fernández tomando tequila.
Era febrero de 1962 cuando Marilyn Monroe decidió que pasaría unas semanas en México, pero quería mantener un perfil bajo; mientras que algunos atribuyeron que la histrionisa quiso visitar la Ciudad de México debido a que mantenía una aventura con José Bolaños, también se cree que viajó porque quería hacer algunas compras.
Cualquiera que haya sido su motivo, se sabe que quería tomar estos días como vacaciones, inclusive, había planeado visitar varios estados del país. No obstante, la prensa rápidamente se dio cuenta de que la actriz estaba en la Ciudad de México y varias personas organizaron diferentes eventos para que ella disfrutara de un gran momento.
Una de las primeras cosas que sucedió fue que la alentaron a que comiera tacos, y aunque se desconoce si anteriormente ya lo había probado, en esta ocasión fue retratada por varios fotógrafos que la acompañaron en todo su recorrido por la capital.
Acudió a la taquería El Taquito a degustar de la típica comida mexicana, pero también se paseó por diferentes lugares para probar platillos como las carnitas o el guacamole original, además de otros exóticos como los gusanos de maguey.
Durante estos días le dio tiempo a Emilio Fernández de organizar una fiesta en su fortaleza para la protagonista de Los caballeros las prefieren rubias, pero en esta ocasión la celebración sería de lo más privada.
Fue una de las primeras veces que el actor hacía este tipo de reuniones, pues, en realidad, era muy común que organizara grandes fiestas en su casa, ahí se aglomeraban los más importantes artistas y también se filmaron varias de sus películas, pero debido a la presencia de la estadounidense, sólo pidió que los acompañara un fotógrafo y su esposa, Columba Domínguez.
Durante la celebración por la visita de Marilyn, El Indio enseñó a la actriz a tomar tequila. Le indicó que tenía que ponerse sal en una mano, después tenía que chupar un limón y beber del caballito, pero ella, supuestamente, no entendía cómo debía hacerlo correctamente, así que lo intentó varias veces hasta quedar completamente ebria.
El tequila probablemente no era una bebida extraña para la histrionisa, pues viajaba con frecuencia a Chihuahua debido a las restricciones que existían en Estados Unidos por el alcohol. Inclusive, algunos de sus viajes los realizó con Frank Sinatra.
La noche de la reunión, Marilyn se quedó a dormir en la fortaleza El Indio y él decidió regalarle una cómodas de caoba, pues ella ya había compartido en una rueda de prensa que dio en la capital que estaba buscando algunos muebles para su nueva casa.
En este mismo viaje, una vez que se convirtió tan mediático y muchos reconocidos artistas mexicanos se estaban reuniendo con la rubia, se esperaba que finalmente María Félix y Monroe se encontraran, pues así, por primera vez, verían unidas a las dos más grandes estrellas del cine de México y Estados Unidos.
Sin embargo, La Doña rechazó asistir a cualquier lugar donde querían verlas juntas, pues dijo no estar interesada en conocer a su colega.
La actriz se fue tan contenta de México gracias a las atenciones especiales que recibió, que durante una de las conferencias de prensa prometió regresar próximamente, pues ya tendría varios proyectos en el país.
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