Rita Macedo se convirtió en una de las actrices más polémicas de la Época de Oro, pues no solo se sabe que siempre buscó al amor de su vida, sino que se relacionó con algunos de los artistas más importantes del país, a quienes se dedicó completamente, hasta acabar con su vida.
Pese a que Rita Macedo se caracterizó por ser una de las mujeres más bellas de la pantalla grande y de las más cotizadas en la industria, su vida privada no se parecía en lo mínimo a los éxitos que su carrera le estaba dando.
Desde pequeña, la protagonista de Salón de belleza, tuvo un vida llena de tristeza y soledad, pues creció entre internados, alejada de sus padres. Por ello, cuando llegó a la adultez, buscó el amor en sus parejas.
Luis de Llano Palmer
Su primer matrimonio fue con el productor de televisión Luis de Llano Palmer, con quien se dice que llegó al altar con el único fin de alejarse de las exigencias de su madre. Con él tuvo a sus dos primeros hijos, Luis de Llano Macedo y Julissa.
La relación estuvo llena de amor durante los primeros años, pero luego del nacimiento de sus hijos, todo cambió. Y es que, mientras él quería dedicarse completamente a la televisión, Rita a la actuación, y ninguno se mostró dispuesto por quedarse en casa para cuidar a Luis de Llano y Julissa.
Resolvieron esto haciendo que el niño viviera con su abuela materna y la niña con su abuela paterna, pero los problemas entre el matrimonio se evidenciaron más. Macedo se dio cuenta de que su esposo más que querer estar con ella, siempre buscaba a su madre.
Fue ella quien pidió el divorcio, pues no estaba dispuesta a esforzarse en una relación en la que no viera que el interés era recíproco.
Pablo Palomino
Después, nuevamente se dedicó a buscar el amor, y lo encontró en el escritor Pablo Palomino. Sin embargo, esta fue sólo una aventura más, pues Rita nuevamente tuvo que deshacerse de esta relación ya que él la agredía física y verbalmente.
Con el corazón roto, Macedo continuó en búsqueda de una persona que sí la valorara y que se enamorara verdaderamente de ella, ya no quería otro amor fallido. Lamentablemente, cuando pensó que finalmente lo había encontrado, de nueva cuenta la lastimaron, y ya no pudo soportarlo más.
Carlos Fuentes
La protagonista de La Casa Colorada conoció a Carlos Fuentes, su último gran amor, y se casó con él en 1957. Macedo estaba tan enamorada del escritor que decidió abandonarlo todo y dedicarse sólo a su esposo y, después, también a su hija, Cecilia.
Rita estaba segura de que, finalmente, había encontrado al amor de su vida. Inclusive, cuando Fuentes comenzó a serle infiel, ella decidió mantenerse firme en su matrimonio; no estaba dispuesta a tener que enfrentar otro divorcio.
Sin embargo, la histrionisa no pudo soportar por mucho tiempo el hecho de saber que su esposo constantemente buscaba a otras mujeres, al punto en que ya no le importaba si Macedo se daba cuenta de sus engaños.
La forma más viable de afrontar los sentimientos de tristeza y enojo que atormentaban a la actriz fue escribiendo sus memorias, desahogándose con palabras en papel cada que se daba cuenta de una nueva infidelidad de Carlos, pero llegó el punto en que no lo soportó más, se separó del escritor y puso fin a su vida.
A pesar de que en un principio se reportó en los medio la muerte de Rita Macedo como un ataque cardiaco, sus hijas después desmintieron la noticia y revelaron la atroz verdad: la protagonista de Por querer a una mujer terminó con su vida de un balazo a las afueras de su hogar a los 68 años, en 1993.
Tanto Cecilia, como Julissa, han asegurado que su madre se encontraba muy deprimida por sus relaciones fallidas y, al no querer volver a estar buscando amor, se disparó.
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