Durante la Época de Oro del cine mexicano algunos de los artistas mantenían una estrecha amistad, motivo por el que llegaron a intercambiar lujosos obsequios que podían ir desde automóviles último modelo, pulseras de oro, hasta millones de pesos, todo para fortalecer su relación.
Una de las actrices a las que más le gustaba presumir los regalos que sus compañeros o parejas le entregaban fue María Félix, quien aseguró que, incluso, un rey de Egipto intentó seducirla entregándole la diadema de Nefertari.
Según relató La Doña, el obsequio más costoso que recibió fue un collar lleno de esmeraldas. Esta joya se la dio Jorge Negrete como regalo de bodas, pues con este gesto quería asegurarle a la actriz que él estaba a su altura en lo exigente que ella era.
El precio del collar fue de 300 mil pesos, lo que actualmente ascendería a 10 millones de pesos, pero María tuvo que pagar mucho más, pues a la muerte del Charro Cantor, se enfrascó en una disputa legal con la muerte de su esposo por la joya.
Félix también presumía que Pedro Infante le había regalado una esclava de oro igual a la que él usaba y una guitarra mientras trabajan juntos en Tizoc: amor indio, pues esta era la forma en que él le mostraba su agradecimiento por haber aceptado ser la protagonista de la película.
El Ídolo de Guamúchil también le habría dado una pulsera similar a Carmen Sevilla, pues supuestamente solía hacer esto con las histrionisas por las que sentía más aprecio.
Pedro Infante se caracterizó por ser una celebridad muy dadivosa, según lo recodó Diana Negrete, hija de Jorge Negrete, pues el sinaloense siempre sorprendía al charro con excéntricos regalos en su cumpleaños y su santo.
Tal fue la ocasión en que Infante le entregó a Negrete una pistola bañada en plata o la vez que le llevó una gran vaporera llena de tamales para que sólo ellos dos degustaran.
En cuanto a regalos no tan costosos, pero llenos de significado, el protagonista de El Inocente solía obsequiar a sus amigos más cercanos un tren de juguete, de los de mejor calidad; tanto a Jorge Negrete como a José Alfredo Jiménez les entregó una locomotora a escala.
Emilio El Indio Fernández era otro de los artistas a los que le gustaba presumir de los lujos de los que se vio rodeado, motivo por el que quiso ser muy generoso cuando Marilyn Monroe visitó México y él la invitó a comer en su casa.
Según recordó el también productor de cine, le regaló a la estrella de Hollywood un par de cómodas de caoba para la casa que Marilyn acababa de comprar. Ella las habría utilizado poco antes de su misteriosa muerte.
Silvia Pinal también presumió que cuando se casó con Rafael Banquells, Mario Moreno Cantinflas fue su padrino de bodas. Después de que se celebró que los actores se dieron el “sí” en el altar, el Mimo de la gabardina blanca se le acercó para darle un extravagante regalo.
Según reveló La Diva, Cantinflas le entregó un cheque de 5 mil pesos, que actualmente rebasarían los 173 mil pesos. Con este dinero, Pinal compró su comedor, su colchón y su sala, según reveló en El minuto que cambió mi destino.
Mario Moreno fue otro de los actores que no escatimaba en gastos cuando se trataba de regalos, pues se supo de varias personas a las que les obsequió dinero, sus lujosos relojes o alguna prensa costosa.
En una ocasión, según reveló Lady Bird, esposa del ex presidente de Estados Unidos Lyndon B. Johnson, como muestra de agradecimiento por haberlo apoyado cuando Valentina Ivanova estaba en sus peores momentos con cáncer, le regaló a los Jonhson una suntuosa medalla azteca.
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