Ninón Sevilla y María Antonieta Pons fueron dos de las más importantes rumberas de la Época de Oro del cine mexicano, pues llegaron a marcar un antes y un después en la historia del entretenimiento en el país. Sin embargo, el haber sido grandes estrellas del mismo género provocó un recelo entre ellas.
María Antonieta Pons fue una de las primeras rumberas en llegar a México desde La Habana, Cuba, en donde surgieron la mayor parte de las bailarinas y actrices de dicho género.
La llamada Ciclón del Caribe fue lanzada al estrellato por su esposo, Juan Orol, quien se caracterizó por concentrarse en la carrera artística de su esposa en turno, dejando a un lado a otros potenciales talentos.
Se llegó a rumorar que antes de que Ninón Sevilla llegara a tierras aztecas pidió una oportunidad al cineasta para trabajar con él, pues se consideraba una bailarina con el talento suficiente para presentarse en público desde un escenario o para rodar una película.
No obstante, el Rey del Cine Negro Mexicano no le habría hecho caso, pues para entonces su musa era Pons y no pensaba cambiarla por ninguna otra actriz. Esto habría causado que Ninón sintiera cierto recelo por su compatriota, pero lo dejó pasar luego de que Fernando Cortes le ofreció trabajo en México.
Mientras que María Antonieta fue considerada como Ciclón del Caribe por la película que la catapultó a la fama y debido a que lograba arrasar en las taquillas con cada filme que protagonizaba, Ninón le hacía competencia.
A Sevilla, por otra parte, fue apodada como La Primera Aventurera, pues ella fue quien protagonizó la película que paso dicha puesta en escena a la pantalla grande.
Ambas fueron relevantes en el cine de rumberas por diferentes razones, pero a Ninón, que era una mujer con un fuerte carácter, no le gustaba ser comparada en lo más mínimo con Pons, ya que no le gustaba que la pusieran como una competencia, aunque así la viera ella.
Inclusive, cuando la cubana tenía una edad más avanzada, llegó a tener encuentros con la prensa debido a que la comparaban con rumberas de otras generaciones, principalmente cuando le pedían su opinión de otras aventureras.
Según relataron artistas cercanos a las cubanas, en una ocasión la esposa de Orol buscó hacer amistad con Sevilla durante un evento, por lo que se le acercó y le hizo la plática.
Ninón no le puso mucha atención, así que Pons pensó que sería mejor que hablar en un lugar en privado, donde no sintiera que todas las miradas estaban encima de ellas, así que la invitó a tomar té; no obstante, la respuesta de la protagonista de Aventurera fue tajante y negativa.
“Somos cubanas, si me hubieras invitado a tomar café, yo iría, pero no tomo té”, dijo Sevilla antes de alejarse. Este habría sido el único intento por alguna de las dos para acercarse.
No obstante, también hubo quien aseguró que las actrices, debido a que provenían de La Habana, sentían afinidad por la otra, lo que las habría llevado a mantener una relación cordial.
También hubo rumores de que Ninón habría mantenido cierta rivalidad con Rosa Carmina, debido a casi las mismas razones que con María Antonieta Pons, aunque ninguna de las dos llegó a hablar en público de forma negativa de la otra.
SEGUIR LEYENDO: