Fue en 2021 cuando el actor y creador de contenido, Alan Estrada, anunció a través de su canal de viajes, Alan x el Mundo que se sumergiría a más de 4 mil metros en el océano Atlántico en una aventura para visitar los restos del RMS Titanic. Sin embargo, ese año la misión tuvo que ser abortada debido a un problema con el sumergible experimental.
Tuvo que pasar poco más de 1 año de espera para poder sumergirse en uno de sus grandes sueños, así lo compartió Alan Estrada el pasado 3 de julio, cuando se convirtió en el primer mexicano en bajar a los restos del Titanic, un lugar que ha sido visualizado por menos de 200 personas en el mundo, en su mayoría científicos.
Por medio de su cuenta de Instagram, el también histrión mexicano de 41 años compartió el emotivo momento con sus poco más de 1.6 millones de seguidores: “¡¡¡Se logró!!! El primer mexicano (hasta donde sé) en visitar los restos del Titanic. Tuvimos mucha suerte y hoy se logró!!” subrayó.
La publicación del creador de contenido rápidamente se colocó en las tendencias sumando más de 123 mil “me gustas” y un sin fin de comentarios celebrado la sumersión del mexicano: “Felicidades, Alan!!! Qué bien haber podido cumplir ese sueño por fin”. “¡Felicidadeeeeeees! Y que mejor representante para llevar el nombre de México a las profundidades”, fueron algunas reacciones.
Dichos vestigios pertenecen al famoso trasatlántico británico que se golpeó con un iceberg durante la noche del 14 de abril de 1912, este hecho provocó el hundimiento del navío durante la madrugada del 15 de abril. Esto ocurrió durante su viaje inaugural de Southampton, Inglaterra, a Nueva York, Estados Unidos.
La inmersión del actor que dio vida a Nicolás en Lola, érase una vez duró en total 12 horas, de las cuales cuatro las ocupó explorando los restos del famoso barco. En el sumergible lo acompañaron el piloto Scott Griffith; P.H. Nargeolet, un explorador francés que ha bajado casi 40 veces a los restos del Titanic, y dos turistas más de Estados Unidos y Canadá.
El también cantante fue parte de la primera inmersión comercial patrocinada por OceanGate Expeditions, una empresa con sede en Seattle que organiza estos viajes para quienes sueñan con conocer el Titanic y otros lugares en las profundidades del océano. Bajo este contexto, en noviembre de 2020, Stockton Rush, presidente de OceanGate, dijo a Bloomberg que no quería convertir el Titanic en una atracción turística.
Los restos de este trasatlántico cuentan con la protección de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), De ahí que los pasajeros sean considerados “especialistas de la misión” o “ciudadanos científicos”, y se espera que colaboren con una investigación técnica del naufragio.
La cápsula en la que se desplazó Alan Estrada tiene por nombre “Titán” y su primera inmersión en el océano ocurrió en 2018, en una única ventana de visualización, un ojo de más de 50 centímetros de ancho que se ganó el apodo de Cíclope, se pudieron ubicar dos personas para hacer observaciones.
Este sumergible comercial se desplaza a una velocidad de tres nudos y desciende a razón de 55 metros por minuto gracias a la propulsión de cuatro motores eléctricos. Entre el resto de su equipo el artículo describió luces exteriores, cámaras HD y 4K así como un escáner láser.
“Rush trabajó con Boeing en un diseño temprano y luego con la Administración Espacial Aeronáutica (NASA) para crear este submarino ligero y aerodinámico de fibra de carbono, Titán, que puede llegar a profundidades de 4.000 metros (el Titanic yace a 3.800 metros)”, contó la publicación de la empresa sobre la cabina acuática.
SEGUIR LEYENDO: