María Félix fue una actriz criticada por el fuerte carácter que tenía y la forma en que se comportaba con la mayoría de sus colegas, lo que siempre la llevó a tener problemas con algunas de las importantes estrellas de la Época de Oro del cine mexicano, tal fue la situación con Amparo Rivelles, con quien al principio mantuvo una muy buena amistad, que luego pasó a ser una rivalidad.
Desde que el nombre de María Félix comenzó a resonar a nivel internacional, en la década de los años 40, también empezó a decirse que era un personaje muy difícil con el cual lidiar, pues no se dejaba rodear de cualquier persona, sólo aquellas que ella elegía.
Amparo Rivelles se encontró con María en un hotel de España sabiendo con mucha antelación que, si se llegaba hablar con La Doña, debía tener un trato especial con ella, principalmente si es que quería llevar la fiesta en paz. Fue por ello que, desde su primer encuentro, la española intentó ser de lo más amable con su colega.
Según recodó Rivelles en entrevista con La historia detrás del mito, Félix fue quien le dirigió la palabra luego de que sus miradas se cruzaron. Y es que María estaba observando a la madrileña cuando ésta se dio cuenta del examen que hacía su colega.
La protagonista de La cucaracha estaba muy interesada en la forma en que estaba vestida Amparo, motivo por el cual estaba viendo cada detalle de las prendas que portaba. Por ello, lo primero que le dijo a Rivelles fue: “¿Quién es tu modista?”, a lo que, inmediatamente, la protagonista de La playa vacía se ofreció a darle el número de la persona que la vestía, así como de su diseñadora de sombreros.
Esta acción fue muy del agrado de La Doña, pues tomó confianza con la española y las pláticas se volvieron en un constante, hasta formar una cercana amistad. No obstante, hubo quien dudó de tal relación, pues se creía que hacían ver al público algo que no existía con el fin de que no las compararan.
Esta amistad se rompió en el momento en que en una entrevista a María le preguntaron cuál era su opinión sobre el trabajo de Amparo, y ella no dio los mejores comentarios hacia su colega, pues cuestionó la forma en que la protagonista de Fuenteovejuna se desempeñaba.
La madrileña se enteró de la crítica de su amiga a través del periódico lo cual le indignó y le dio réplica en el mismo, arremetiendo contra La Doña por su personalidad. A partir de ese momento, se dejaron de hablar.
Aunque Amparo recordaba que fue una época corta en la que se dejó de hablar con María Félix, en realidad, se trató de varios años. Inclusive, se sabía que las dos hacían lo posible por evitarse en diferentes eventos.
Aunado a ello, debido a que su pelea fue completamente mediática, la prensa y el público aprovecharon la polémica para compararlas, ver quién tenía más premios, más películas filmadas o mejores críticas por parte de los expertos, lo que hizo peor la situación entre las histrionisas.
Esta situación terminó hasta 1983, cuando la protagonista de El peñón de las animas ya estaba retirada del cine. Ambas fueron invitadas a la entrega del XIV Premio de Teatro Mayte, en España.
En frente de todas las cámaras, las actrices se reunieron sonrientes, se abrazaron y se dieron un beso en la mejilla, como si nunca se hubieran peleado.
A la muerte de María, Amparo dijo que su amiga se le hacía una persona difícil de tratar, pero comprendía su personalidad, pues había pasado por situaciones que la hacían ponerse siempre a la defensiva.
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