Susana Dosamantes se convirtió en un ícono de la belleza y profesionalidad a lo largo de toda su carrera, pues desde que incursionó en las pantallas llamó la atención por su inigualable rostro.
Desde los inicios de su carrera, la primera actriz Susana Dosamantes llamó la atención del público, pues no sólo era muy talentosa, sino que estaba dotada con una gran belleza.
Su primera película fue a sus 20 años en Remolino de pasiones con una pequeña participación, pero fue hasta la cinta Los recuerdos del porvenir, del mismo año, que tuvo más impacto en el público gracias a su personaje. Dirigida por Arturo Ripstein, compartió créditos con Renato Salvatore y Daniela Rosen.
Según compartió Susana Alexander en entrevista con Foro TV, pese a que nadie conocía a Dosamantes, tanto el público como muchos actores se sintieron maravillados por la belleza de su compañera.
Gracias a estos primeros proyectos, la histrionisa se abrió las puertas a otras cintas como Confesiones de una adolescente, Flor de durazno y Matrimonio y sexo, hasta que llegó a su vida Siete Evas para un Adán, cinta que la hizo catapultar su fama.
Al lado de Rodolfo de Anda, Zulma Faiad y Nadia Milton, Susana de nueva cuenta resaltó por sus dotes artísticos.
Gracias a la facilidad que tenía para lucirse en pantalla, la mamá de la Chica Dorada fue solicitada para ser modelo de televisión en diferentes programas de variedades, entre ellos Carrusel musical mexicano.
Poco después del comienzo de su carrera artística contrajo matrimonio con Enrique Rubio, con quien procreó a sus dos hijos, Enrique y Paulina Rubio, aunque años después, en 1974, se divorció.
Otras de las películas más importantes en la carrera de la tapatía fueron Jalisco nunca pierde, junto a Vicente Fernández; La yegua colorada, junto a Antonio Aguilar; Kaliman, el hombre increíble y Keiko en peligro.
De entre las 30 películas en las que participó, también resaltó que en 1970 fue parte de Río Lobo y en 1975 de A home for Our Own, filmes estadounidenses.
Su trayectoria no sólo se enfocó en la pantalla grande y modelar en televisión, sino que también triunfó en las telenovelas, principalmente con personajes antagónicos, como Rosaura Guzmán de Iturralde en Morir para vivir.
Su primer melodrama fue Muchacha italiana viene a casarse, en 1971. Después, fue parte de otros proyectos como El carruaje (1972), La hiena (1973), El chofer (1975) y, una de sus más famosas participaciones, Corazón salvaje (1977), donde interpretó a Aimée Molnar y Amalia Batista, donde fue la protagonista.
La década de los años 80 fue la época más importante en la carrera de Susana, pues se convirtió en un ícono de belleza y fue una actriz muy codiciada por los productores; sin embargo, para 1989 hizo una pausa.
Algunos de sus últimos proyectos fueron la telenovela Si nos dejan, donde interpretó a la abuela de la protagonista, y la cinta El fantasma de mi novia, junto a William Levy.
Aunque fue una gran actriz, también se caracterizó por ser una madre excepcional, pues siempre antepuso a sus hijos, Paulina y Enrique, por encima de su carrera.
De qué murió Susana Dosamantes
La mañana de este 2 de julio Susana Dosamantes falleció a sus 74 años en un hospital de Miami, Florida. Aunque sus familiares no confirmaron las causas de su muerte, se sabe que la histrionisa sufría de cáncer de páncreas, por el cual estaba siendo tratada por los mejores médicos de Estados Unidos y México, según informó a través de un comunicado el pasado abril.
Desde entonces, la salud de la tapatía habría decaído, hasta el punto en que el pasado jueves 30 de junio Paulina Rubio, dentro de una premiación, pidió oraciones por su madre.
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