Eduardo Videgaray y José Ramón San Cristobal conforman una dupla al frente de programas como La corneta y han aparecido por más de 20 años en radio y televisión posicionándose como una mancuerna irreverente que se ha ganado a su público.
Actualmente lideran su podcast La corneta extendida, el cual ha alcanzado popularidad en las plataformas, aparecen en programas de la cadena Multimedios, y este domingo ha sido transmitida la entrevista que Yordi Rosado les hizo a los dos conductores. conocidos también por su manejo del albur y los dobles sentidos.
Los también locutores relataron sus experiencias con las drogas y contaron cómo fue que pudieron superar las adicciones. Y es que ambos hombres sostienen una amistad desde antes de llegar a los medios de comunicación, en su adolescencia, por lo que entre sus andanzas también vivieron pasajes de “descontrol”, según contaron a Rosado, quien los cuestionó sobre sus épocas de fiesta.
Ante la pregunta, salió a relucir el problema de adicciones a las drogas que ambos conductores padecieron: “Empezó la verdadera fiesta y la cocaína en los 90; nos la pasábamos chupando y drogándonos diario. Teníamos programas de radio, así que estábamos juntos todos todo el tiempo y nos poníamos hasta el culo”, recordó El Estaca.
El consumo fue recurrente y ambos amigos se vieron inmersos en la dependencia, hasta que “tocaron fondo” y decidieron dejar atrás los vicios con ayuda del deporte y alejando de su vida a las malas influencias.
“La cocaína es una mierda, se nos murieron varios amigos por ella y para quitárnosla nos costó un huevo. La primera sensación es: ‘está buenísimo y quiero más’, pero te crea una adicción bastante fuerte, para quitarla fue difícil. Yo comencé a boxear y a través del deporte fue que pude salir”, relató José Ramón San Cristobal.
Por su parte, Videgaray reconoció que llegó un momento en que la adicción fue tal que dejaron de disfrutar las reuniones con amigos, pues su interés sólo estaba en el consumo desmedido de cocaína.
“En las fiestas llega el momento en el que dejas de disfrutar y sólo estás pensando en el momento para ir al baño a meterte más. Te encuentras con amistades con las que no debes andar y en lugares en lo que no debes estar... Es una hueva ser drogadicto. Me da gusto ahora no estar dentro de ese mundo por todo lo que es hoy el narcotráfico”, expresó el locutor.
La dupla de comunicadores recordó el momento exacto en que decidió ponerle punto final a su etapa de consumo. “Estaba a las 6 am después de no haber dormido nada y a lado de mí una botella de whisky, fui a verme al espejo y pensé que algún día me iba a morir.”, mencionó El Estaca.
Por su parte, Videgaray admitió que comenzó a notar algunas situaciones anormales en su cuerpo y fue cuando decidió poner un alto: “Sentía basura en los ojos, como que mi piel me quedaba grande y descubrí que ese es un síntoma que utilizan los policías para detectar adicción a la cocaína. Además, me dio una parálisis facial y cambié eso por deporte.”
A pesar de la amistad que los une, no en todo momento fue así, pues por aquellos años de adicción hubo una discusión que los mantuvo un año añejados:
Según contó El estaca, quien entonces era su dealer (distribuidor de drogas), los llevaba al aeropuerto para viajar a Argentina a hacer un programa. En el camino comenzaron diferencias de las que no se acuerdan exactamente, ya que estaban bajo el efecto de la droga. “Un día nos agarramos a chingadazos, discusión de cocainómanos que derivó en una putiza en el coche”, recordó el locutor.
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