La conducción de un matutino en señal abierta y a nivel nacional es uno de los logros más grandes que puede conquistar un presentador, pues la concepción que hacen con los televidentes crean lazos tan fuertes que les permiten ascender laboralmente a muchos mercados como la actuación, el canto, e incluso ser la imagen de miles de productos publicitarios.
La historia de Ingrid Coronado es un ejemplo de ello, pues su participación en Venga La Alegría -el segundo matutino con más audiencia en México- de TV Azteca le permitió consagrarse como una de las conductoras más populares y queridas en tierra mexicana. A pesar de ello, pero sobre todo de tener un “lugar privilegiado” como ella misma lo dice, la ahora también escritora abandonó el programa.
Tras varios años ausente, un regreso a la televisora del Ajusco y estrenar su más reciente publicación literaria titulada MujerON, la conductora ha confesado el real motivo de su partida: “Ha sido una de las mejores decisiones de mi vida, porque sí, en ese momento fue difícil, toda la gente me decía ‘¿Qué estás haciendo si estás en un lugar privilegiado, ¿cómo lo vas a dejar?’ Y sí, era un lugar privilegiado y decidí irme a explorar otros lugares”, expresó en una entrevista con Marco Antonio Regil, para su canal de YouTube.
Para ella los motivos eran mucho más importantes que lo que ya había consagrado o podía aún lograr, pues no se trataba solo de un tema laboral, sino también familiar, donde el poder realizarse como mujer, madre, o integrante presente de su familia comenzaba a marcar una pauta muy diferente a la presentación de espectáculos mañaneros, por lo que de manera sincera agregó esa información que era especulada pero nunca había sido mencionada por ella de manera oficial.
Tomó dos años sabáticos que utilizó para comenzar una camino de búsqueda espiritual: “Me fui a un retiro en el Amazonas, me fui a otro retiro a la sierra de Puerto Vallarta, en un lugar donde no había luz, ni Wifi, ni nada, me fui a la India, dije: ‘Tengo que encontrarme a mí misma en algún lado’”, recordó la conductora.
Esta separación del matutino, que ahora conducen personalidades como Roger González, Laura G, Flor Rubio, Kristal Silva o Patricio Borghetti, le permitió conocer otra faceta de su vida que si bien no estaba tan alejada de lo que ya hacía, creó un lazo menos comercial o sin tantas barreras de comunicación recíproca con la audiencia. Ingrid Coronado encontró su nueva vocación en la conducción de radio, por lo que ser locutora es ahora lo que la mantiene “viva”.
“Estoy haciendo radio, que no lo había hecho antes, y descubrí algo que me gusta, me apasiona, que disfruto, yo creo que en el programa de Ingrid y Tamara ahí me quedo hasta que cuelgue los tenis”, admitió Coronado.
“Es completamente diferente, para empezar, los contenidos, yo llevo muchos años, explorando, leyendo tomando cursos, talleres, terapias, para estar bien, para ver la manera en que mis hijos estén bien y poder ser la mejor versión de mi misma y en el radio es mi mero mole, tengo especialistas todos los días, aprendo todos los días cosas nuevas”, agregó.
Como si ser locutora fuera una tarea fácil, Ingrid también se integró al mundo de las letras y por ello comenzó a escribir un libro que ahora está disponible a nivel nacional y de forma digital, pero fue un nuevo reto en su vida, que tal vez de haber seguido en la televisión no hubiera logrado: “Si lo hubiera escrito antes, me hubiera ahorrado muchas lágrimas amigo, hubiera sido fantástico”, reconoció.
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